EL NEGOCIO DEL SIGLO.
Por: Eduardo Romero Vázquez.
México lleva siglos pasando por temas políticos, sociales y culturales que han cambiado por completo el rumbo y camino de esta comunidad. La narcocultura desde los años 70s se ha hecho presente en el país, un tema creciente que cada vez es más difícil de explicar o darle un sentido. Las drogas, armas y violencia se han inmortalizado a través de los años. Han sido diferentes factores que llevan a que hoy en día el nombre México se reconozca directamente con el narcotráfico y asesinatos antes de ser relacionados con partes que sí son bellas de nuestra cultura como la música, gastronomía o las fiestas. Esta narco cultura no ha opacado la otra cara de la moneda, se ha juntado con ella sin dar más o menos importancia a alguna. Eterniza la cultura mexicana con estos temas y otras partes importantes de la misma.
Conocer más sobre los inicios de este mundo, llevan a tener un pensamiento amplio de por qué nuestra sociedad está en estas condiciones y buscar soluciones o propuestas comunitarias para tener cambios. Los boleros de Pedro Infante en sus películas, hicieron que México adoptara ese estilo de música ranchera haciéndola conocida mundialmente, junto a vestimentas de sombreros grandes. Los tigres del norte fueron uno de los primeros grupos que pusieron sobre la mesa este tema que creó tanta controversia, la creación de los narcocorridos, una canción llamada “Contrabando y Traición” con una historia inventada. Rápidamente fue prohibido este género por la similitud con la realidad. El rey del narco corrido, Chalino Sánchez, popularizó estos temas violentos con banda sonorense y letras que narraban historias del narcotráfico. Los temas tan sensibles que tocó sobre violencia, drogas, cárteles y el ambiente pesado en el que se rodeó lo llevaron a su muerte.
Todo este movimiento lo adoptó el norte del país, llegando a Estados Unidos, los grupos más marginados entre estos territorios volvieron esto un emblema, identificados con las historias y en especial con los artistas, sus orígenes como granjeros en el norte. El acercamiento entre los mexicoamericanos y afroamericanos, al compartir espacios para ambos observar sus tradiciones, llevaron a una mezcla de culturas. Los corridos permanecieron congelados por un buen tiempo, sin mucho impacto e importancia. Se globalizó el gangsta rap que a través de esta mezcla de culturas tenía una cercanía muy grande en México. Al introducir el trap, los ritmos urbanos y la superposición de las letras de los narcocorridos llevaron a la creación de los Corridos Tumbados. La narco cultura en la música lleva más de 50 años existiendo, con un inicio fuerte que después se detuvo, nuevos grupos norteños entre los 90s y 2000, hasta su estallamiento con este nuevo género.
El tener tan presente este tema en nuestro país ha llevado a que sea algo normalizado en nuestra sociedad. No solo es un vago tema, es el tráfico de estupefacientes que se relaciona directamente con la salud de la población, tráfico de armas, de personas e inmoralidad gubernamental. Muchos gobiernos tanto estatales como federales, no solo han dejado pasar este tema o se han hecho de la vista gorda, han contribuido y sido parte de estos delitos para después quedar con las manos limpias. El presidente Felipe Calderón, junto con su Partido Acción Nacional e influencias del sistema de Fox, declararon la guerra contra el narco. Hoy y siempre ha sido más que evidente que funcionarios como Genaro García Luna y hasta el mismo presidente en el 2006, no han dicho toda la verdad y muy probablemente están involucrados con tal de vivir protegidos como privilegiados.
La corrupción en este país no es novedosa, ni tampoco un tema que solo tenga que ver con el narcotráfico. Nuestra cultura siempre ha sido así, como hay lados buenos siempre habrá malos. Misterios que siguen sin resolverse en periodos como los de Gustavo Díaz Ordaz con las matanzas de estudiantes, tranzas del PRI y de Salinas por décadas, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, los 43 de Ayotzinapa, Secretarías de Educación corruptas del PRD, desviación masiva de fondos, corrupción en el INE y partidos chicos, corrupción en la DEA, el culiacanazo en el gobierno de MORENA y muchos más sucesos devastadores que demuestran que los políticos se creen superiores a nosotros y nosotras, nos creen manipulables. Aunque el narcotráfico y los cárteles son problemáticas muy serias, no creo que sea el problema principal. Son usados para deslindar a servidores públicos de delitos extremadamente graves. El gobierno en ocasiones puede ser usado como marioneta al placer de los narcos o viceversa, el poder lo puede todo.
Cuando la narcocultura se pone como tema en la mesa, una de las causas más dolorosas son los asesinatos. Gente con pocos recursos cae con necesidad en trabajos minoritarios de narcomenudeo o deudas que llevan a su asesinato. Rafael Caro Quintero declaró que nada es fácil en la vida, hay caminos que son tomados por pensar en la facilidad pero siempre se descubrirá el lado que no te cuentan. Es impresionante que hoy el narcotráfico juega un papel muy importante en el sostenimiento económico del país llegando a depender de ello. Los periodistas son otro grupo de personas que padecen estos estragos, las cifras de periodistas desaparecidos como todas las que provee el gobierno en estos temas relacionados con el narco están maquilladas en beneficio a la opinión popular, o aumentadas para crear terror o bien, disminuidas para crear tranquilidad y conformidad. Las cortinas de humo son recursos para hacer desapercibir algo con rumores, creando o aprovechando situaciones para distraer a la gente.
Los asesinatos no son el primer medio para ocultar casos, el silenciamiento a través de amenazas por parte de narcos relacionados con políticos hacen que esta profesión sea muy peligrosa y reconocida. Cuidar de no hablar de más por la represión, ¿realmente vivimos en una democracia y tenemos libertad para expresarnos? Hace unos meses el periodista Rodolfo Montes declaró que fue amenazado por el CJNG y lo comentó públicamente con el presidente. Recibió un video del que parece ser el líder del cártel, Nemesio Oseguera Cervantes mejor conocido como el Mencho quien comentó que ellos no tienen problemas con los periodistas, que en cualquier caso retiraba la amenaza. Cuando mi mamá trabajaba en la Alcaldía de Azcapotzalco conocí a este valiente periodista y para mí fue impactante años después oír sobre esta noticia, la violencia está tan cerca y cada vez es más común.
Muchos periodistas y empresas están comprados por la gente con poder a su favor. Esto nunca ha sido un combate de la sociedad contra el narco, es solo una guerra de ideales violentos donde el gobierno toma la postura que le convenga, el verdadero conflicto bélico es entre los distintos cárteles que pelean entre ellos la plaza mientras la población y el gobierno está a su merced. Si realmente el Chapo Guzmán era el mayor capo mundialmente, siendo el hombre más poderoso del país, ¿por qué entre Vicente Fox y Enrique Peña Nieto lo “metieron y sacaron” de prisión a su placer? El mayor líder del país no puede ser usado como tributo para pagar deudas a Estados Unidos cuando fue trasladado. Esto indica que en esta mafia o Peña Nieto lo usó para que otros cárteles vieran que él como presidente tiene más poder que todos, o un capo que viva escondido haya usado las manos del presidente para dominar definitivamente. En el libro El traidor, el hijo del Mayo Zambada da a entender que su padre Ismael Zambada siempre ha sido el mayor capo de Sinaloa.
Este involucramiento del narco en la cultura mexicana, como todo movimiento social surgido por problemáticas, ha llevado a que la libertad de expresión se haya comunicado como arte. Películas como El Infierno (Luis Estrada, 2010), hablan de qué tan arruinada está la sociedad por este problema, “El Infierno es Aquí Merito”. La dictadura perfecta (Luis Estrada, 2014) película que vincula todo el poder del narcotráfico con el del gobierno y la serie de Tijuana (D, Posada. & Z, Ferrer, 2019) que muestra la vulnerabilidad de los periodistas y la lucha que tienen en sus manos de enseñarle a la sociedad lo que está pasando. De esta forma los escritores y productores a gritos le muestran lo serio y violento que es este tema, quitan el miedo de hablar sobre ello pero lo remarcan con esa importancia para crear un tono de sátira y crítica a políticos y líderes soberbios.
Por otro lado, los narcocorridos que hoy han adoptado un nombre de Corridos Tumbados, tienen dos diferentes lados: creados y escuchados con conciencia para poner este tema tan importante sobre la mesa con características de la música mexicana, o el lado oscuro de inmortalizar e idolatrar a personajes que han causado tanto daño a la sociedad. En esta situación de extrema violencia, el poner en un pedestal como eminencia a estos traficantes le ha dado a la narcocultura hasta una connotación religiosa. Incluso gente que no tiene relación con los cárteles quiere imitar esta vida galante, lujosa y con excesos, desde lo más mínimo que es escuchar este tipo de música. Los narcotraficantes además de ser idolatrados, tienen como figura a seguir a distintos santos de la iglesia, considerando como uno a Malverde, un bandido que representa este tipo de vida.
Hoy es un negocio comercializado jerárquicamente. Diferentes productoras de música lucran con los apellidos de los mayores capos. Es tan común este tema en el país, que hay playeras, gorras y tazas con símbolos del Chapo Guzmán y otros narcotraficantes. La gente en México relaciona el narcotráfico sólo con dinero y lujos por la buena vida que llevan los músicos de Corridos Tumbados, sin relacionar o identificar que ellos no son de quienes hablan, las historias no son suyas. Ven el poder y la parte económica antes que todo el veneno que ha esparcido en nuestro país. Facilmente se vuelven consumidores y absorben contenido sin tomar conciencia, causa del cegamiento que crea la política.
En las guerras mundiales, vender armas era el mejor negocio. En las mayores crisis económicas los bancos con corruptela eran los causantes, los préstamos que dejan a millones de personas con deudas beneficiándose de la desesperación, en el crecimiento de la industria, tener a muchos trabajadores mal pagados en mucho riesgo era la mejor manera para sacar provecho a los ingresos y ganancias. Hoy en México el narcotráfico se volvió parte de la cultura, los corridos, productos, tráfico de cosas ilegales y toda la corrupción que esto conlleva es un negocio estable y creciente para el gobierno. No hay marcos éticos en gobiernos corruptos. Mientras las problemáticas sociales que enfrentamos comp pueblo sean un negocio abundante para los que tienen el poder, nunca serán un problema de importancia para el gobierno.
SIC mx
