AYOTZINAPA: 8 años en busca de justicia.
Hoy, 26 de septiembre, se cumple 8 años de lo que evidentemente fue, y no queda duda, un “Crimen de Estado” y me refiero a la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” ubicada en el estado de Guerrero.
8 años en los que poco a poco se ha ido demostrando que lo que se llamó “la verdad histórica” por parte del gobierno de EPN, fue en realidad una terrible “mentira histórica”. El trabajo realizado por el actual Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, ha sido arduo pero lleno de dificultades. Si bien, en casi cuatro años de gobierno del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, no ha llegado la justicia como la gran mayoría de las y los mexicanos lo exigen, sí se han logrado grandes avances:
Primero, el escuchar a los padres, familiares y amigos que durante 8 años han exigido la aparición con vida de los 43, pero una escucha digna, sensible a las exigencias y demandas que contrastan con la actitud adoptada por muchos que de manera lamentable y desde las primeras semanas de haber sucedido estos hechos, condenaban a los jóvenes que habían sido víctimas, en lugar de exigir una investigación fehaciente a quienes hoy sabemos, trataron de ocultar todo.
Segundo, muy a pesar de que el actual gobierno se ha sostenido en gran medida del trabajo de las fuerzas armadas, sí se ha «permitido» investigar y detener a integrantes del ejercito que han sido señalados como culpables y cómplices de varios de los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2014, e incluso, hoy se tratan de aclarar hechos que involucran a este elemento del Estado Mexicano con crímenes que se remontan hasta la época denominada como «la guerra sucia». Un avance que nunca debió ser un obstáculo para la justicia, no debe de haber «intocables» en un país que ha sufrido tanto.
Tercero, la encarcelación de Murillo Karam significa el primer paso para comenzar a castigar a altos mandos de un gobierno que terminó en el descredito total, ahí es donde más se ha resistido la justicia, donde escollos, jueces corruptos ayudados por medios tendenciosos han hecho su mayor trabajo de ocultamiento. Pero al igual que millones de mexicanos, también exijo: ¡FALTA ENRIQUE PEÑA NIETO!
Cuarto, con la caída de la «verdad histórica» se han abierto caminos más solidos de investigación para saber la verdad, quiénes, dónde y por qué sucedió lo que sucedió. Al señalar a todos los culpables desde las propias investigaciones, nos acercamos un paso más sin caer en la duda, al no imponerse verdades absolutas montadas en medios de comunicación, torturas o puntos finales, la verdad gana terreno.
Por último, quienes exigimos justicia, no debemos perder de vista que hoy prácticamente todo esta politizado, y este caso no esta exento de ello, que bajo la llamada guerra legal o «lawfare», los «golpes suaves» y la ambición de poder de algunos personajes bien conocidos, a veces pareciera que el caso se estanca, que se trata de evitar la obtención de objetivos que permitan los cambios necesarios. Filtraciones, extradiciones que no avanzan, revictimización, son aplicadas sin ningún recato ético. Ahí, debemos de aplicar una paciencia activa e inteligente. Porque mientras no se resuelva el caso por completo y no se lleve al último culpable a la cárcel, debemos seguir respaldando el grito ¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos!
SIC mx.
