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¿QUÉ LE PREOCUPA AL PRESIDENTE?

Por: Avse Fernando Flores

  • ¿Qué sucede en Morena en vísperas de renovarse? 

Sin duda, al Presidente le preocupa lograr la 4ta transformación que ha prometido, combatir y erradicar la corrupción en el gobierno, así como distribuir la riquezas del país de manera más equitativa, parafraseándolo, “por el bien de todos primero los pobres”.  

Pero no es sólo eso, hace unos días a pregunta expresa de los reporteros, en sus ya conocidas mañaneras, dijo claramente “Si Morena se echa a perder, renuncio” es decir, algo ve, algo intuye el Presidente de la República en el partido que lo llevó a ocupar el más alto puesto en el país.  

Y es que en vísperas de llevarse a cabo la sustitución y renovación de las dirigencias locales y nacional de Morena, el revoloteo de líderes sociales, activistas, arribistas, expanistas, expriistas, experredistas, y buenos militantes y ciudadanos que hoy aspiran a ocupar algún puesto de dirigencia en este partido es muy claro.  Todos en su “legítimo” derecho de aspirar a ello, lo que varía son las formas y los modos para lograrlo. Ante este panorama ha corrido información en medios y redes sociales que a nivel nacional se puede llevar a cabo la elección de la o el dirigente, por medio de una consulta a los militantes registrados, y a nivel local procederían las asambleas. Si esto procede el panorama serian miles de denuncias provenientes de todos los estados llenas de inconformidades, ¡sí que esta difícil la situación!  

Ahí la preocupación del Presidente a mi parecer, tal vez observa que morena puede caer en manos de gente muy pero muy alejada de los principios que hicieron posible un hecho histórico, desalojar el gobierno federal de la cúpula que lo secuestró por décadas.  También le preocupa a mi parecer, que el partido que lo llevó a la presidencia haya quedado con grandes huecos al írsele muchos de sus mejores cuadros al gobierno federal o a algún cargo de elección popular, hecho que hizo caer movimientos de izquierda en otros países, recordemos que morena no permite ejercer cargos directivos en el partido y en el gobierno al mismo tiempo, como lo hacen otros instituto políticos de rancia historia. 

Este hecho y ausencias han permitido que muchos personajes sueñen con llenar dichos espacios aún antes de la renovación, lo que buscan en realidad es organizar o tratar de influir en la logística de dónde y cómo llevar a cabo las asambleas, son malvados en verdad. Y entre esos malvados, hay quienes además de ocupar temporalmente alguna función se quieren echar los próximos tres años. 

Entre los que llegan al partido, o ya están desde hace tiempo, se encuentran los que dicen que son expertos políticos, que poseen el saber, la cultura y la práctica  de la realpolitik, señalan que quienes participan mayoritariamente en el partido no cuentan con el perfil necesario para dirigirlo, o mucho menos aspirar a alguna candidatura, estos personajes se aprenden de memoria los artículos del estatuto o hasta los principios de morena, pero son incapaces de cumplirlos, por ello frecuentemente los confunden o le cambian el nombre ya que no significa mucho para ellos, son tan hábiles que se hacen rodear de muchos advenedizos, de aquellos militantes que guardan rencores, o de aquellos donde  la ambición por ocupar un puesto es mayor que la actitud de servir a los otros, tal vez esperan a que la nueva revolución de Morena les haga “justicia”. A estos personajes lo que mas les interesa es su propio interés. Son tan diversos e incongruentes ya que critican a conveniencia a quienes militan desde hace poco o mucho en morena, para ello argumentan llevar años en otras luchas o partidos de viejo recuerdo, siempre tratan de juvenear a quien se deje. Dicen: “Cuando tu naciste yo ya peleaba con granaderos o subía cerros para llevar propaganda”, también es posible que exclamen tener experiencia en la administración pública, aunque haya sido gris y mediocre. 

Dentro de este primer grupo, hay muchos que se dicen fundadores pero no tienen empacho en relacionarse de manera “institucional” con lo peor de la clase política que debemos desplazar para instalar nuestro proyecto de partido, regularmente cuando ocupan algún puesto o asisten a alguna reunión con funcionarios de la oposición se muestran sumisos, se visten con sus mejores galas y tratan de camuflajearse con ellos dejando los principios y la sonrojes en casa, suelen ser altaneros y groseros con la militancia de base, se marearon en el primer ladrillo que se subieron.  

Existen también otros, que han envejecido en la lucha pero que se amargaron en ella, hablan de obediencia ciega al estatuto, a la democracia, a la verdad, pero es a quien más le fallan. Son los que siempre esperaron el cambio de gobierno en la movilización social,  pero no saben como abonar en ese cambio cuando ya se está construyendo, por lo tanto, todos los días se confrontan con el pasado de sus diferencias y regularmente se rodean de personajes que sufren el mismo mal, no se han dado cuenta que Morena es gobierno federal pero no local en la mayor parte del país y que en esta lucha han aportado poco en los últimos meses. Han gastado más sus energías en discusiones estériles que más que ayudar, los ha condenado y los autoexcluye. Regularmente no tienen propuesta para el partido mucho menos simpatía de las nuevas generaciones, envejecieron en la lucha eterna consigo mismo. 

También se encuentra otro sector, la gran mayoría, los que llevan años o poco tiempo participando en marchas, plantones, defendiendo el voto, repartiendo información, tocando puertas. La mayoría donde están los que de manera sincera se han acercado al partido, desde hace poco o mucho porque lo consideran una herramienta de cambio, pero no se animan a más, se han creído en mucho de los casos, lo que dicen los dos tipos de grupo ya descritos anteriormente, que su papel es callar que para esos están los dirigentes. Entre esta gran mayoría algunos se desilusionan del partido que se esta construyendo, otros se sienten avasallados, y se conforman con solo participar en lo que se le pide.  

Pero afortunadamente de esta gran mayoría surge y deben surgir los nuevos cuadros rebeldes, propositivos que afronten la nueva realidad que se abre ante el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, es en ella, en este grupo que aún no se decide de manera plena a ser un verdadero actor y protagonista de este movimiento, sin mentir en falsos llamados de unidad sino en acciones concretas, sin traicionar a conveniencia, defendiendo al agredido y solidarizándose con ella o el.  Ahí aún radica la esperanza no sólo del Presidente sino de millones de mexicanos que creen que morena es la verdadera posibilidad para lograr esa cuarta transformación. 

Y a quien lee esto, estoy describiendo lo que he visto en varios estados de la República, la problemática es similar, sólo con algunos matices, la solución de esta situación será reto de cada actor en sus respectivos lugares de origen y que salvemos al partido que se debe conservar como un movimiento fresco, contestatario y cercano al pueblo, y no para servir a las cúpulas del poder ni volverse un anquilosado como lo quieren algunos.  

Posdata: Me faltaron varios tipos de personajes, pero en mayor o menor medida el lector podrá ubicar a algún conocido o ubicarse él mismo. Recuerden, uno puede rectificar o seguir siendo parte del problema… 

Twitter: @AvseFernando

Sociólogo y comentarista de calle 

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