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Sobrevivir a la cuarentena es un privilegio de clase

Querétaro, Qro., a 19 de marzo de 2020 – Hay un vídeo que circula en internet de un hombre en España que es abordado por policías mientras camina por la calle en los días de cuarentena, lo rodean entre varios policías y de forma violenta le dicen que no puede salir más, que la situación es seria y está muriendo mucha gente. También de España vi el video de Charo, una anciana de 80 años a la que sus vecinos le cantan el feliz cumpleaños desde sus balcones y ella los mira emocionada; en la descripción del vídeo, publicado por un diario español, se agrega que Charo está en riesgo de ser desahuciada, como muchos de sus vecinos, porque la inmobiliaria vendió sus pisos sin avisarles. Después me encontré con una blogger mexicana que promociona su código de Rappi agregando que en estos días se puede usar la aplicación si no quieres ir al supermercado o a comprar comida y prefieres que alguien lo haga por ti; menciona que hay una opción en la aplicación con la que puedes evitar el contacto con el repartidor y acordar que deje el paquete en un punto para que después pases por él. En los supermercados y farmacias comienzan a agotarse los artículos de primera necesidad. La incertidumbre de la cuarentena inicia y no sabemos si seguir las instrucciones y quedarnos en casa o salir y trabajar para pagar la renta. Lo peor de la pandemia es vivirla en un sistema tan hostil.

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📺 Así cantan el cumpleaños feliz desde los balcones de su bloque los vecinos a Charo, una mujer de 80 años que, además de ser población de riesgo en plena crisis del coronavirus, puede perder su casa. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ Charo es uno de los 180 inquilinos que habitan en los pisos vendidos el pasado año sin previo aviso por Fusara, una fundación vinculada a la iglesia, a varias sociedades opacas vinculadas con la familia del yerno de José María Aznar, Alejandro Agag. Vive sola y su futuro está en el aire. Pero a la incertidumbre por su inmueble se suma otra más: la del miedo por el brote de coronavirus que azota todo el país y gran parte del mundo. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ Esa es la razón por la que desde Lavapies ¿dónde vas?, una asociación de vecinas organizadas para denunciar "un mercado que prefiere turistas" y deja a los moradores de los barrios sin casa, se han organizado para rendir homenaje a Charo por su 80 cumpleaños. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ "Es para ti, sal. Están todos los vecinos en el patio, sal a saludarnos", dicen en el vídeo poco antes de empezar a cantarle el cumpleaños feliz. Ella, mientras, saluda emocionada por la ventana del patio interior al mismo tiempo que los vecinos desde sus ventanas entonan la celebración. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ "Los vecinos creamos una lista para comunicarnos por el tema de Fusara, y ahora con el tema del coronavirus estamos todavía más en contacto. Charo tiene 80 años, es persona de riesgo y encima tampoco sabemos lo que va a pasar con nuestra vivienda. Ella de momento ha tenido suerte, porque le han renovado el contrato un año más, pero a otros les han echado", explica eldiario.es Nacho, uno de los vecinos. "Charo lo está pasando bastante mal, entonces qué menos que tener un comportamiento humano entre vecinos y apoyarnos unos a otros, sobre todo con aquellos más vulnerables”. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 🔗 Tienes toda su historia en el link de nuestra bio. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ #Coronavirus #Lavapiés #Madrid

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Entre la brutalidad policial ahora justificada por el miedo al contagio, el racismo, los casos como el de Charo que nos muestran lo complicado que es para lxs adultxs mayores sobrevivir en el capitalismo y la gente privilegiada que puede quedarse en sus casas ordenando por comida para que otra persona arriesgue su salud por un pago de miseria, el coronavirus está mostrando lo peor del mundo que habitamos.

Es quizá la gente más privilegiada quien mejor sintetiza la situación precaria de lxs demás, de forma involuntaria, su privilegio de clase es tal que celebran la cuarentena. Ahora tendrán tiempo de leer, hacer yoga en casa, meditar, empezar ese proyecto de empresa, terminar una serie en Netflix…entre muchas otras actividades. La romantización de la cuarentena; la agradecen, se toma como bendición, se pide la cena por Rappi y se le ordena al repartidor dejarla en el portón para no tener ni el contacto mínimo con él. La misma gente después ve fotos de otrxs tomando el camión, vacacionando en Acapulco o saliendo a trabajar y desde su cama se cuestionan por qué en México no cambiamos nuestra mentalidad, por qué somos tan indisciplinados. “Si no pueden dejar de trabajar, hagan home-office” es el nuevo “coman pasteles”; así como María Antonieta en sus tiempos, se habla desde el enorme privilegio de tener algo para comer sin salir a trabajar diario.

Preocupa qué harán lxs trabajadorxs más precarios, lxs que venden en los camiones, lxs de los puestos de comida, ambulantes, taxistas, trabajadorxs domesticxs, repartidorxs, vendedorxs de los mercados. Toda la gente que no come si no trabaja y que mantiene hijos y paga renta, agua, luz; los pequeños negocios que pagan sueldos a sus empleados; las madres que no cuentan con alguien para cuidar a sus hijxs mientras salen a trabajar y ahora que las escuelas suspendieron clases no saben qué harán. Todo el impacto económico que tendrá el quedarnos en casa lo van a pagar quienes menos tienen y quienes viven al día, así como también el trabajo de cuidados durante la cuarentena recaerá en las mujeres. No hay un plan de contención que nos permita saber qué hacer cuando se lleguen las fechas de pago, qué apoyo recibiremos cuando nos enfrentemos a los despidos que dejará el golpe a la economía y qué acciones se tomarán para responder al aumento de violencia doméstica que se prevé durante los días de encierro.

En España organizaciones sociales proponen un Plan de Choque Social que exige la suspensión de pagos de alquiler, hipoteca y servicios básicos, el fin de los despidos e intervenir la sanidad privada sin compensación económica. Urge pensar en la gente que no puede costearse la cuarentena.

Foto: Freepik

La intención no es negarse rotundamente a quedarnos en casa sino reflexionar que no tenemos un sistema económico en el que podamos sobrevivir, aunque sean pocas semanas, si no trabajamos. En una entrevista reciente Naomi Klein hablaba de la crisis actual y mencionaba que no podemos pensar que estaremos seguros con una buena atención médica porque si la persona que hace nuestra comida o empaca nuestras cajas no puede darse el lujo de ser examinada o de quedarse en casa, seguimos en peligro. No hay manera de cuidarnos si los cuidados no se extienden a todas, todos y todes y no podemos extender esos cuidadnos si continuamos pensando desde la individualidad, votando gobiernos que encarecen el costo de la vida en las ciudades y dando el poder de legislar a la misma clase política privilegiada que no entiende la inseguridad que genera. El paso por la pandemia va a ser complicado y será más difícil atravesar esta crisis y las siguientes si no comenzamos a pensar y a votar en colectivo.

Entendamos que las medidas que podemos tomar frente a la propagación del virus están directamente relacionadas con nuestra capacidad económica: sobrevivir a la cuarentena es un privilegio de clase. Quien pueda costear quedarse en casa más de un mes, hágalo, que ese sea el aporte al bien común; pero evitemos juzgar a quienes no pueden darse el lujo de cuidar de su salud en tiempos de capitalismo salvaje.

• Entrevista a Naomi Klein: https://www.vice.com/en_us/article/5dmqyk/naomi-klein-interview-on-coronavirus-and-disaster-capitalism-shock-doctrine

En opinión de Diana Laura Tapia Castillo

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