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Los trabajadores del ferrocarril: La historia no contada de Bhopal y el fin de la era del Corporatoceno

Por: Andrés Peñaloza Méndez.

Miniserie india de una historia no contada

En este 2023 por finalizar, se exhibe la miniserie india intitulada Los trabajadores del ferrocarril: La historia no contada de Bhopal 1984 (The Railway Men: The Untold Story of Bhopal 1984), bajo la dirección de Shiv Rawail y Aayush Gupta, como coguionista.

La historia recrea la tragedia ocurrida en la noche del 2 al 3 de diciembre de 1984, originada por la fuga letal de 45 toneladas de isocianato de metilo (MIC), un gas incoloro con un olor acre y picante que causa irritación en los ojos, la nariz, la garganta y la piel, de la fábrica de pesticidas de Union Carbide en Bhopal, estado de Madhya Pradesh, India.

Además de resaltar el heroísmo de los ferrocarrileros indios que arriesgaron sus vidas ante un desastre dantesco, muestra las deplorables y peligrosas condiciones laborales de los trabajadores de la planta de pesticidas de Union Carbide, cuya administración, afanada por mantener la rentabilidad contable del corporativo estadunidense, sacrificó inversiones en equipamiento y seguridad industrial, capacitación y adecuada supervisión.

El 3 de diciembre de 2019 el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred)[1] del gobierno federal, describe el accidente para ilustrar las deficiencias causantes de esta catástrofe industrial: un aumento de presión en el tanque de almacenamiento del isocianato de metilo (MIC), provoca se abriera la válvula de seguridad y lo liberara a la atmósfera. Los sistemas de seguridad de la planta, como el lavador de gases y la torre de quemado, no funcionaron para evitar la tragedia.

Se reportan más de 7,000 muertos. Por la hora, la población dormía y no tuvo tiempo de escapar. Perecieron también centenares de animales domésticos, silvestres y de uso comercial, además se contaminaron los pozos de agua, que afectó a las familias que la bebieron.

El isocianato de metilo es una sustancia, indica el Cenapred, que se puede absorber por inhalación y a través de la piel; ataca a los sistemas respiratorio y circulatorio, con síntomas similares a los de un ataque de asma. La inhalación continua durante unos minutos provoca la muerte por quemadura química de los pulmones y tiene efectos mutagénicos. Muchas personas quedaron ciegas o sufrieron la destrucción del olfato, oído o tacto. Otras sucumbieron a efectos secundarios neurológicos, inmunológicos y cancerígenos. Mujeres en estado de gestación tuvieron abortos espontáneos, otras que dieron a luz en los meses siguientes, alumbraron hijos con malformaciones congénitas. Provocó también daños genéticos y hormonales en las personas.

Luego de 39 años del accidente, todavía se registran casos de nacimientos con discapacidades físicas y psíquicas, ciegos y sordos, con enfermedades crónicas, problemas respiratorios, ceguera, cánceres y desórdenes hormonales.

Concentración y centralización de capitales

La historia oculta de Union Carbide en Bhopal, India, revela los peligros de la laxa regulación y la corrupción de autoridades para normar la actividad de las empresas acorde a la legislación ambiental y laboral.

Constituida el 1 de noviembre de 1917, como Union Carbide & Carbon Corporation, luego de adquirir las acciones de: Linde Air Products Co.; Nacional Carbon Co., Inc.; Prest-O-Lite Co., Inc.; y Union Carbide Company (formada en 1898), esta transnacional se expandió por el orbe, incluido México. Su ulterior desarrollo, vinculado a los procesos de concentración y centralización de capitales, desembocó en una transacción, anunciada el 4 de agosto de 1999, por 11,600 millones de dólares tendiente a convertir a Union Carbide en una subsidiaria de propiedad total de The Dow Chemical Company, hecho concretado el 6 de febrero de 2001.

The Dow Chemical Company es una corporación multinacional estadunidense, de las más grandes en el sector químico, dominantes del mercado junto con DuPont o BASF, todas operando en México.

Como miles de corporativos, estos tres monopolios de la industria química, han contribuido enormemente al acelerado deterioro ambiental, expresado entre otras manifestaciones, en el cambio climático, originado por la desmesurada emisión de gases de efecto invernadero, el cual tiene graves consecuencias para la salud y el bienestar de las personas y la sobrevivencia de miles de especies en la flora y fauna del planeta.

Vestidos con ropaje verde como el color de los dólares en que piensan, ofertan la moda semántica de una economía circular, las transnacionales como The Dow Chemical Company (y la fusionada Union Carbide) se aprestan a “proteger el clima” comprometiéndose a acelerar el trabajo con proveedores, clientes y socios de la cadena de valor para garantizar que el ecosistema de Dow sea neutral en carbono para 2050 y hacer realidad un mundo sin residuos plásticos.

A través de sus Objetivos de Sostenibilidad 2025, reportan avanzar para obtener 750 mega watts (MW) de su demanda eléctrica de fuentes renovables.

Para 2030, Dow plantea reducir sus emisiones netas anuales de carbono en 5 millones de toneladas métricas en comparación con su punto de referencia de 2020 (reducción del 15%) y transformar los residuos plásticos y otras formas de materias primas alternativas para comercializar 3 millones de toneladas métricas de soluciones circulares y renovables al año.

Para 2035, pronostican que el 100% de los productos Dow vendidos en aplicaciones de embalaje sean reutilizables o reciclables.

Finalmente, afirman haber reducido sus emisiones totales de gases de efecto invernadero en un 15% en los últimos 15 años y prevén una expansión global en los próximos diez años sin exceder su línea de base de 2006 de emisiones absolutas de gases de efecto invernadero.[2]

Gases de efecto invernadero

El hecho es que las concentraciones de los tres gases de efecto invernadero más abundantes —dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O)— alcanzaron niveles sin precedentes en 2022, el último año para el que se dispone de valores mundiales consolidados. Los datos en tiempo real de determinados emplazamientos indican que las concentraciones de esos tres gases siguieron aumentando en 2023.

En particular, los niveles de dióxido de carbono (CO2), gas que retiene el calor en la atmósfera, son un 50 % superiores a los de la era preindustrial. Y a raíz de su prolongado período de vida, las temperaturas seguirán aumentando durante muchos años, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de promover la cooperación internacional en ciencias atmosféricas y meteorología.[3]

Crisis ambiental en la era del corporatoceno

El negociador medioambiental de las Naciones Unidas y residente en Trivandrum, India, Dr. S Faizi, se interroga: ¿la crisis climática es “Antropoceno” o “Corporatoceno”?

Recuerda el origen del término antropoceno, propuesto por primera vez en México por el químico premio Nobel Paul Crutzen y el biólogo Eugene Stormer, en una reunión del Programa Internacional Biosfera-Geosfera en el año 2000. A su parecer el término “antropoceno” utilizado para denotar el período de la crisis medioambiental moderna es una estrategia ideológica para proteger a los culpables corporativos que han provocado la destrucción sobre la base de su capital y tecnología y adosar al conjunto de los seres humanas de la crisis medioambiental.

Uno de los científicos sociales pioneros en utilizar el término “corporatoceno”, fue Thomas Alured Faunce (1958-2019), profesor en la Universidad Nacional de Australia (ANU), Canberra, Australia, quien sugería transitar a una gobernanza denominada “Sustainoceno”, inspirada en la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos (DUBDH) de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO), instrumento creador de principios sobre el intercambio de nuevas tecnologías para el beneficio de la población; lamentablemente no vinculante.

La DUBDH es uno de los pocos instrumentos internacionales que exigen a gobiernos y corporaciones utilicen las nuevas tecnologías de manera equitativa para el beneficio de todas las personas y el medio ambiente.   Confronta sistemas normativos con diferentes orígenes positivistas y mecanismos de aplicación en el marco del derecho internacional de los derechos humanos y la bioética; de igual forma, cuestiona el derecho interno o nacional orientado a un sistema pseudonormativo de privilegio corporativo


conocido como arbitraje comercial o de inversión, incluidos en los tratados de libre comercio y en los acuerdos para la promoción y protección de inversiones extranjeras.

El Dr. S. Faizi, utiliza el término “corporatoceno” para señalar la impronta de las empresas transnacionales en la crisis medioambiental, cuya actividad cada vez más desregulada, marcan el comienzo de la agresión pandémica a los sistemas naturales de la tierra. Advierte que las modificaciones al medio ambiente fruto de la actividad humana, producida con el inicio de la agricultura hace unos diez mil años, han estado dentro de la capacidad de resiliencia y regeneración del sistema terrestre. Sin embargo, con el advenimiento del capitalismo, particularmente, en su fase imperialista, se desata una violencia contra el sistema terrestre cuyos culpables son las corporaciones y no el pueblo. El corporatoceno, es la época en la que nos encontramos, le guste o no a al pensamiento eurocéntrico, afirma el ecologista indio.[4]

Conclusiones

La salida verde del capital a la crisis ambiental provocada por la incesante expansión de mercados, imprescindible para la realización del excesivo cumulo de mercancías producidas y motivada por la búsqueda insaciable de plusvalor, pone en duda los loables propósitos para la sustentabilidad corporativa y se antoja tardía, a contratiempo, o siguiendo a Miguel de Unamuno, a arredrotiempo, el morir desnacer y la muerte como parto.[5]

Las salidas verdes a la crisis ambiental lo único que consiguen es generar una “vaporosa formación de nubes en el cielo”[6], de la cual no surgirá una nueva humanidad sustentable.

El desafío es empezar a reflexionar bajo nuevos marcos conceptuales, organizarse y actuar para agrietar el poder del capital a través de los espacios de resistencia, de tradición rebelde y utopías andantes trascendiendo el conservadurismo y progresismo burgués.

SIC mx

__________________

[1] Consulta <https://www.gob.mx/cenapred/articulos/la-catastrofe-indurtrial-mas-grande-de-la-historia> (2 de diciembre de 2023).

[2] Fuente: https://corporate.dow.com/en-us/science-and-sustainability/commits-to-reduce-emissions-and-waste/climate-protection.html (10 de diciembre de 2023)

[3] Fuente: https://wmo.int/es/news/media-centre/los-records-climaticos-se-han-sucedido-en-2023-y-han-conllevado-graves-consecuencias (10 diciembre de 2023)

[4] Fuente: https://www.southcentre.int/southviews-no-255-6-december-2023/ (06 de diciembre de 2023).

[5] Miguel de Unamuno, Cómo se hace una novela. Porrúa, México, 1986. 24 p.

[6] La frase es de Marx y Engels en La Sagrada familia (https://proletarios.org/books/Marx-La_sagrada_familia.pdf).

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