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Evo Morales en Querétaro

Por: Agustín Escobar Ledesma

Querétaro, Qro., a 14 de noviembre de 2019 – Finalmente, ante las amenazas del ejército y los sectores más reaccionarios de la derecha boliviana, Evo Morales Ayma, renunció a la presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia para evitar un baño de sangre, explicó, ante el golpe de Estado, ahora sabemos, organizado por Estados Unidos y actores militares y políticos de la derecha boliviana.

De acuerdo al periódico La Jornada, el 12 de noviembre pasado se reveló que existen cerca de 16 audios que involucran a líderes de la oposición orquestando planes de desestabilización antes y después de los comicios del 20 de octubre, destinados a impedir que Morales continuara en el poder, y que habrían sido coordinados desde la embajada de Estados Unidos en aquel país.

El dirigente sindicalista cocacolero y primer presidente indígena boliviano, había llegado a la sede del Palacio Quemado en 2005, con el 54% de los votos a su favor, después que los bolivianos expulsaran de la presidencia a cinco mandatarios entre 2001 y 2005.

Desde que Evo asumió la presidencia de Bolivia, se convirtió en el país de Latinoamérica, que tiene mejor crecimiento, menor inflación, además descendió la ancestral pobreza y la indigencia en un veinticinco por ciento y, como lo hiciera el presidente Lázaro Cárdenas en México, nacionalizó los hidrocarburos, en cumplimiento de una de sus promesas de campaña y es que Bolivia, después de Venezuela, es el segundo país de Sudamérica, en reservas de hidrocarburos.

Evo Morales también emprendió una reforma agraria, nacionalizando los latifundios para su distribución, además de entregar títulos de propiedad de tierras estatales a campesinos pobres, en particular a indígenas, los despojados, humillados y ofendidos de siempre.

Estos avances, en la redistribución de la riqueza boliviana, generó que la derecha electoral de aquel país y los poderes fácticos se confabularan para echar del poder a Evo Morales, líder sindicalista cocacolero que, a principios de la década de los noventa visitó tierras queretanas, tal y como lo escribiera Elena Poniatowska.

En 2006, Elena estuvo en Plaza de Armas de Querétaro, durante una huelga de hambre realizada por las integrantes de la Organización de Mujeres Indígenas y Campesinas (UMIC), en protesta contra del fraude cometido por la derecha blanquiazul que impuso a Felipe Calderón Hinojosa a la silla presidencial.

En aquella ocasión Poniatowska entrevistó a María Luisa Reséndiz Hurtado, oriunda del municipio de Amealco, quien le confió que había conocido a Evo Morales en 1991, en el encuentro intercontinental “500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular”, realizado en Quetzaltenango, Guatemala y que ya desde entonces él era un personaje muy famoso en el movimiento indígena de América Latina.

María Luisa Reséndiz también señaló que Evo Morales estuvo de visita en Querétaro en 1993, que recorrió los municipios en los que la UMIC tenía presencia, Amealco, El Marqués, Colón, Huimilpan, Tequisquiapan, Tolimán, Pedro Escobedo y San Juan del Río y que, ante los treinta grupos de indígenas y campesinos de la organización, Evo les explicó lo que representaba la coca para los bolivianos, a la que comparó con la importancia que para los mexicanos tiene el maíz.

Ahora, después de haber renunciado a la presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Aymara, regresa en calidad de asilado político a nuestro país, gracias a que el gobierno de López Obrador lo rescató de la turba fascista que asolaron las calles bolivianas, ante la complacencia del ejército.

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