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LA PARCELA ESCOLAR DE EL SALITRE

Por Agustín Escobar Ledesma

Por negarse a recibir 250 mil pesos para que la parcela escolar de la escuela telesecundaria de El Salitre pase a manos de desarrolladores inmobiliarios, la ejidataria María Bernardita Martínez Ramírez, ha sido amenazada por sus propios compañeros ejidatarios y presionada por los empresarios encabezados por Diego Niembro Ugalde, propietario del Restaurante Hacienda El Salitre.

La parcela escolar que pretenden los empresarios está ubicada cerca del casco de la exhacienda El Salitre, edificación que se remonta al siglo XVII, y pertenece a la telesecundaria Josefa Vergara, situada en la comunidad de El Salitre, delegación Epigmenio González Flores de la ciudad de Querétaro y cercana al polígono Peña Colorada.

El centro educativo fue construido en 1995 en terrenos ejidales con usufructo de la propiedad por treinta años que se vencerá en 2025, en este núcleo agrario afectado por la urbanización y por la industrialización de Querétaro, cuyo ejido data de 1939, cuando el presidente Lázaro Cárdenas les dotara con 768 hectáreas.

En diciembre de 2018, los inversionistas dirigieron un escrito a Enrique de Echavarry Lary, titular de la Unidad de Servicios Básicos Escolares de Querétaro (Usebeq), en el que plantean que si los ejidatarios les entregan la parcela escolar de la telesecundaria, donarán al ejido los trámites y costos de la escrituración del terreno a nombre de la telesecundaria, levantarán un bardeado perimetral de tabique que actualmente es de malla ciclónica y también regalarán una cancha de futbol, con un costo de 2 millones 300 mil pesos.

Los inversionistas

Uno de los párrafos del texto enviado al titular de la Usebeq, señala “Consideramos que los fines para los que buscamos adquirir la propiedad restante a la que ocupa la escuela, es la misma actividad que en la actualidad desempeñamos Hotelería/Restaurantería, tenemos la certeza que traería desarrollo a la zona. Por otro lado, la institución educativa (sic) a se vería beneficiada con la entrega de la propiedad y a su vez los ejidatarios, en poder enajenar un bien que se tiene en desuso y expuesto al vandalismo (sic), la invasión y como en la actualidad se observa, abierto a la descarga de escombro y basura”.

De acuerdo a María Bernardita Martínez Ramírez, a la par que los desarrolladores dirigieron la propuesta a Echavarry Lary, en diciembre de 2018, el empresario Diego Niembro Ugalde prometió entregar 250 mil pesos a cada uno de los 45 ejidatarios, a cambio de la parcela escolar de la telesecundaria.

Sin embargo, la ejidataria no estuvo de acuerdo con la venta de la parcela escolar, mientras que los restantes 44 ejidatarios, hasta el momento han recibido del empresario hotelero 125 mil pesos, con la promesa que la mitad restante les será entregada cuando las escrituras de la parcela escolar sean de su propiedad.

No es la primera vez que los empresarios hoteleros presionan a los ejidatarios para que les vendan terreno, en 2015 se apropiaron de una franja, que los lugareños identificaban como “una tirita de tierra”, por lo angosto de la misma, que está ubicada entre el casco de la exhacienda y la parcela escolar de la telesecundaria.

En aquella ocasión, a cada uno de los 45 ejidatarios les dieron 20 mil 800 pesos y desde entonces plantearon a los campesinos su interés en adquirir la parcela escolar.

Ahora, ante la negativa de Bernardita en vender la parcela escolar a los desarrolladores, sus propios compañeros ejidatarios de El Salitre no sólo la están presionando para que también reciba los 250 mil pesos ofrecidos a cada uno de los integrantes del núcleo agrario, sino que del enojo pasaron a las amenazas en su contra.

Los empresarios también presionan a la ejidataria y, en cierta ocasión Reginaldo Rivera de la Torre, ex diputado federal priísta, exdelegado de la Procuraduría Agraria en Querétaro y cercano a Diego Niembro Ugalde, le ofreció 30 mil pesos y también le prometieron 500 mil pesos para que firme a favor de la parcela, el doble que a los demás ejidatarios.

Sin embargo, para desesperación de los emprendedores, la ejidataria señala que la venta de la parcela no va de acuerdo a sus principios morales, debido a que está consciente que la parcela escolar es para la educación de los niños y no para que los empresarios hagan negocios particulares que sólo a ellos beneficiarán.

Más despojos

El Salitre es una población que cuenta con un manantial de aguas frescas y salitrosas en donde las mujeres de la comunidad lavan su ropa al aire libre, bajo frondosos y nudosos árboles de mezquite y, con la pérdida de las tierras ejidales, la mayoría de la población campesina dejó de cultivar maíz, frijol, chile y calabaza, aunque todavía algunos de ellos siembran en parcelas ubicadas cerca de Chichimequillas y San Vicente Ferrer.

A un costado de El Salitre se encuentra el exclusivo fraccionamiento Raquet Club que cuenta con amplias avenidas y lujosas residencias valuadas en más de cinco millones de pesos, cuya entrada está en el antiguo casco de la exhacienda.

Por otro lado, a partir de la reforma al Artículo 27, en 1992, que permitió a los ejidos vender las parcelas, fue creado el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede) y, a mediados de aquella década fue deslindado el ejido de El Salitre y, desde entonces, las parcelas ubicadas en lo que ahora es Superama y la plaza comercial Antea, les fueron arrebatadas a los campesinos, entre otros a León Martínez Jurica, abuelo de Bernardita, quien tenía en aquel lugar ocho hectáreas.

La ejidataria identifica a los desarrolladores que se fueron apropiando de las tierras a partir de los deslindes que realizó el Procede, entre quienes identifica a Germán Caltzontzin; a Roberto Licea Quintanar, quien tenía una relojería en el Jardín Guerrero; a Enrique Álvarez Celaya, quien fuera presidente del Colegio de Arquitectos de Querétaro y a Miguel Ángel Vega Cabrera, quien ahora cuenta con edificios atrás de Antea, en Supraterra, y socio del doctor Víctor David Mena Aguilar, el desarrollador más grande y poderoso de Querétaro.

Ante el despojo, el ejidatario León Martínez Jurica cedió los derechos agrarios en favor de su nieta María Bernardita Martínez Ramírez para que ella defendiera el ejido, ante la impotencia que le provocaron los funcionarios abusivos del Procede.

Ahora, en defensa de la parcela escolar de la telesecundaria Josefa Vergara, ubicada en El Salitre, la ejidataria ha acudido a diferentes instancias de gobierno y no ha encontrado respuesta ante el evidente despojo de la codiciada parcela escolar, en la que, de acuerdo a algunas versiones de los lugareños, el gobernador Francisco Domínguez Servién también tendría intereses económicos.

Bernardita Martínez Ramírez acudió a la Usebeq, sin embargo, advirtió que el titular, Enrique de Echavarry Lary, está de parte de los desarrolladores y, en la Procuraduría Agraria tampoco encontró respuesta, mientras ella está en riesgo de ser agredida por sus propios compañeros ejidatarios que la ven como un obstáculo para vender la parcela escolar.

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