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Juicio del Pueblo

Por: Carlos González Flores

El pasado fin de semana, en varias ciudades del país, incluidos municipios de Querétaro, mexicanas y mexicanos se dieron a la tarea de recabar firmas para llevar a cabo una Consulta Popular para que se investigue los presuntos actos ilegales por parte de los expresidentes de la República, desde Carlos Salinas de Gortari, pasando por Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

El modelo neoliberal, es, ante todo, despojo de los bienes públicos de la nación y en México no fue la excepción. Desde 1982, que se dejó de lado la política nacionalista de desarrollo, las instituciones del Estado mexicano fueron utilizados por la élite gobernante para enriquecerse a través de las privatizaciones; al finalizar su sexenio, Salinas “desincorporó” 390 empresas públicas, en las que se amasaron fortunas al amparo del poder y de la corrupción.

En el sexenio de Zedillo, el “rescate” bancario denominado FOBAPROA representó, endeudar el país por generaciones, un billón de pesos fue el monto original, a veinte años de este atraco a la nación, únicamente por concepto de intereses se ha erogado un billón de pesos, han pasado más de 20 años y la deuda está intacta y el desfalco del erario nacional ha sido mayúsculo.

En el año 2000, millones de mexicanos tenían esperanza en que la alternancia partidista en la presidencia de la República traería como consecuencia, desarrollo y bienestar para el pueblo, sin embargo, a pesar de haber recibido el apoyo mayoritario de las y los mexicanos, Vicente Fox terminó por pactar con el régimen priísta que juró destruir además de pasar de gerente de refresquera, pasó a un acaudalado político-empresario en tan sólo 6 años. Terminó en los libros de historia, como un traidor a la democracia.

Aunque la derecha mexicana lo niega cada vez que se toca el tema, el fraude electoral acontecido en 2006 es un hecho documentado, desde 2005, el expresidente Vicente Fox, a través de argucias legaloides, a confesión de él mismo, intentó sacar de la contienda presidencial al entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México Andrés Manuel López Obrador, en ese entonces, el puntero y principal dirigente de la oposición. Lo intentos fueron fallidos y con un apoyo mayoritario se presentó en las elecciones con un Proyecto Alternativo de Nación que era un giro de 180 grados a las políticas neoliberales que fueron impuestas desde los años ochenta. Sin embargo, los grandes monopolios nacionales e internacionales a través del Consejo Coordinador Empresarial, coordinados con el Partido Acción Nacional, emprendieron una campaña de odio en medios de comunicación, principalmente por televisión, difundiendo mentiras para evitar a toda costa el cambio que proponía López Obrador. Fue el preámbulo del fraude. El 1 de diciembre de 2006, en un escenario de movilizaciones populares, Calderón tuvo que tomar posesión entrando por la puerta de atrás de la Cámara de Diputados, en medio de empujones y trifulcas, de manera apresurada, tomó posesión, perpetrando así, el tan anunciado fraude. Ante la ilegitimidad y cuestionamientos, Calderón decide emprender una aventura denominada “guerra contra las drogas”, que ocasionó una ola de violencia que aún padecemos. La investigación y aprehensión de Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública del sexenio y sus presuntos vínculos con organizaciones criminales, dan indicios del grado de descomposición al que se llegó y que debe haber investigaciones para tener certezas de la responsabilidad o no, del expresidente Felipe Calderón Hinojosa.

El caso del expresidente Enrique Peña Nieto es muestra de que quién paga para llegar, llega para robar, la compra del voto descarada en la campaña electoral del 2012 y la parcialidad del Instituto Nacional Electoral fue evidente. La investigación que actualmente se hace a Emilio Lozoya Austin por presuntos actos de corrupción derivados de contratos otorgados a la empresa brasileña Odebrecht, la entrega de sobornos a diputados federales y senadores de la República de ese entonces para que aprobaran la contrarreforma energética, son apenas la punta del iceberg de las complicidades para saquear a la nación.

México vive una nueva etapa en su vida como nación, hoy la democracia participativa es el instrumento ciudadano para organizarse y participar activamente en las decisiones de la vida pública del país. La Consulta Popular para enjuiciar a los expresidentes será el inicio de algo histórico, por fin sabremos la verdad y habrá justicia para el pueblo.

C.P. Carlos González Flores

SIC mx

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