Reverberación
Por: Alberto Jurado
No hay razón alguna para guardar en la memoria los veranos pasados, claro, todo depende la perspectiva de los lugares que se visitaron o las personas que se conocieron, tropiezos, aciertos, todo en un sentido relativo. Los veranos climáticamente son cambiantes, calurosos y lluviosos. El 1° de julio del año 2017 fue una tarde lluviosa y con un clima exquisito, poético, la belleza del momento se incrementaba sabiendo que estaba por presenciar al más prominente músico japonés contemporáneo. La cita era en el Plaza Condesa en la CDMX, colonia de infinita belleza y un toque de NOSTALGIA y obscuridad.
Era muy temprano al arribar a la CDMX, la emoción me consumía. El Parque España, la colonia y la compañía eran la mezcla perfecta de belleza para recibir a Takaakira ‘Taka’ Goto acompañado de la banda que formó en Tokio en el año 1999, MONO. Decidimos ingresar a una cafetería por la zona, por supuesto café americano sin azúcar y una charla amena, no la recuerdo a detalle, seguramente eran aspectos de la vida cotidiana, cine y de perros con nombre de escritores que imaginaron humanos convertidos en bichos. El momento se recuerda placentero. Comenzaba a llover, la hora se acercaba y decidimos caminar en dirección a “El Plaza” bajo una sombrilla que nos cubría de la pequeña tormenta. Filas de gente formada esperando, no demasiadas, las suficientes para reconocer en Takaakira un complejo artista capaz de crear atmósferas que consumen en emociones que van desde la melancolía hasta la euforia transitando por obscuridad y reverberaciones provenientes de un BOSS RV-5, RV-3 y efectos de trémolo del Strymon Flint.
MONO subió al escenario y el sonido reverberante de la sombría Ashes in the snow del “Hymn to the inmortal wind” del año 2009 era una muestra del abismo sonoro en el que nos estábamos adentrando y para el cual no estábamos preparados, la belleza definida como lo placentero proveniente de los sentidos nos daba una muestra de lo sublime que emergía del sonido creado por los más retorcidos sentimientos de Takaakira hechos ondas que impactaban nuestros tímpanos para estremecernos, mientras, transitaba de la belleza sonora a la belleza visual.
MONO es una banda japonesa de rock melódico formada por Takkakira Taka en el año 1999, cuenta con 10 albums de estudio, compilados y EP´s. “Nowhere now here” es el último álbum que estuvo a cargo en la producción del compositor, productor, guitarrista e ingeniero de sonido Steve Albini que destaca por su trabajo con bandas como Nirvana, Bush, Pixies, The Stooges, Robert Plant etc. Por supuesto para mí, el trabajo de Albini no lo hace el mejor álbum.
La música de MONO está caracterizada por la mezcla de la guitarra y los efectos de reverberación y trémolo que generan ecos apasionantes en ocasiones acompañados de un teclado o un xilófono. El complejo artista ha generado una marca propia en sus sonidos que se han vuelto inconfundibles en el ámbito musical; sus melodías obscuras, melancólicas llenas de fuerza y sentimientos han hecho de MONO, una banda contemporánea, una banda de culto y que debe ser apreciada de manera meticulosa y con precaución. Todas las palabras que son incapaces de ser pronunciadas, MONO las hace sonidos, carentes de forma definida pero envolventes y cautivadores.
MONO fue sólo el origen, los trabajos en solitario del músico japonés plasmados en el proyecto “Behind The Shadows Drops” que mezcla sonidos electrónicos enmarcados en géneros como el trip hop, industrial, drum and bass y el hermoso y perturbante “Classical Punk and Echoes Under the Beauty” que lleva por nombre el mismo del artista, dan pauta para apreciar que aún en nuestros tiempos llenos de superficialidad y vulgaridad musical existen propuestas que nos demuestran que la obscuridad que existe es porque la luz por más brillante que sea sólo existe en contraste con la ausencia de la misma.
No me queda más que esperar que el abismo sonoro de l@s japoneses me alcance nuevamente, suplicando que en próximas fechas promocionen su más reciente álbum en nuestro país y pueda terminar la noche como en aquella ocasión, sumergido en una taza de té de lo que nunca sería y soñando con la “Pure as snow”.