LOS SUSPIRANTES

Por Agustín Escobar Ledesma

Todos sabemos que, hasta el momento, en Querétaro existen cuatro suspirantes que desean ocupar la silla más alta de la Casa de la Corregidora. Por nombre, en riguroso orden alfabético son Gilberto Herrera Ruiz, Juan José Jiménez Yáñez, Mauricio Kuri González y Santiago Nieto Castillo.

El delfín de Domínguez

El primero de ellos en levantar la mano fue el delfín del gobernador Domínguez, el senador por el PAN, Mauricio Kuri González, a quien, desde hace por lo menos dos años, su mentor le metió el hombro para que se placeara en las giras de trabajo del programa «Gobernador en tu calle».

Sin embargo, a raíz de las implicaciones de ambos personajes en el lavado de dinero en Caja Libertad, que les estalló en las manos en julio de 2019, sus apariciones fueron menguando paulatinamente y casi desaparecieron de la escena pública a raíz de la pandemia causada por el coronavirus sars-cov-2.

Después, con Emilio Lozoya Austin en manos de las autoridades federales, quien al parecer en 2013 llenó de oro negro los bolsillos del entonces senador Domínguez para que aprobara la reforma energética de Peña Nieto, la credibilidad del mandatario local se fue de la cima a la sima.

La Ley de Murphy señala que si algo puede salir mal, saldrá mal y eso les ocurrió al gobernador y al senador a quienes se les apareció Juan Diego, al momento que fue detenido por las autoridades federales, José Antonio Yépez, El Marro. Desde entonces Domínguez no ha dicho esta boca es mía, debido a que el delincuente, al parecer gozaba de la protección de las autoridades queretanas, como ha trascendido y, ante este suceso, el delfín se fue quedando sin las aguas del poder en las que solía nadar a sus anchas.

El fiscal anticorrupción

Otro de los aspirantes a sentarse en el jardín de los perritos es Santiago Nieto Castillo, titular de la temida Unidad de Inteligencia Financiera, de quien nadie duda de su capacidad para combatir como nunca a los delincuentes de cuello blanco, quienes, en sexenios anteriores gozaban de la amistad y los beneficios del presidente en turno y ahora se encuentran con la flamígera y fulminante espada del sanjuanense.

Formado en un clan familiar de abolengo priísta, antes que el destino nos alcanzara con el virus que provoca la covid-19, Nieto Castillo mantenía reuniones durante los fines de semana con diversos actores políticos locales de Morena, PRI y PAN.

Después, en medio de la pandemia, las reuniones pasaron al formato virtual con videoconferencias de diversos temas.

Sin embargo, en las últimas semanas, una vez pasado el susto y el temor por la covid-19, el titular de la UIF ha vuelto, literalmente, a la cargada en Querétaro, al igual que se estilaba en la época dorada del viejo priísmo, para reunirse de manera presencial con líderes sindicales, cámaras empresariales y también se da tiempo para tomarse fotografías con dirigentes y diputados de Morena que después comparte en sus redes sociales.

Para asegurar su posible candidatura, Nieto Castillo cuenta con el apoyo de los prianistas Jorge Lomelí Noriega, exdiputado local del PAN y el priísta Juan Carlos Espinosa Larracochea, exsecretario de gobierno al final del sexenio de Calzada, quienes son sus principales operadores políticos en la entidad y cabilderos de los grupos de poder local, para que, en caso de ganar la gubernatura, continúen detentando sus privilegios, solo que ahora bajo la sombra de Morena, como antes lo hicieron bajo las siglas del PRIAN.

El senador

Al igual que Santiago Nieto Castillo, la (de)formación política de Juan José Jiménez Yáñez en el Revolucionario Institucional, lo ha llevado también a recurrir a las viejas y viciadas prácticas de las que estamos hartos los ciudadanos, haciéndose promocionar en revistas del corazón, así como en grotescos espectaculares que lo muestran sonriente pero falto de ideas o propuestas para gobernar.

De los cuatro posibles a suceder al gobernador Domínguez, Juan José Jiménez, aunque no sean los tiempos electorales, ha declarado públicamente su intención de ser candidato a la gubernatura queretana. Tal vez la seguridad con la que lo dice, esté respaldada con la bendición del senador Ricardo Monreal, un viejo lobo de mar que ha navegado por casi todos los partidos políticos con tal de mantener y conservar cotos de poder a como dé lugar.

Sin embargo, la trayectoria política de Jiménez Yáñez no le favorece, debido a que lo más trascendente que recuerdan los queretanos, es cuando en 2011, en el pleno de la legislatura, golpeó al entonces “Niño Naranja”, José Luis Aguilera Rico, diputado por Convergencia, justo cuando se discutía el tema del bullying en las escuelas.

El Huracán Gilberto

En el caso del exrector de la UAQ, quien es senador de la República con licencia y es delegado de la Secretaría de Bienestar en Querétaro, al igual que Nieto Castillo, por su compromiso y entrega con la 4T, es de las cartas fuertes de Obrador en Querétaro.

Tal vez por su formación científica, Herrera Ruiz sea un político atípico. Mientras los otros suspirantes recurren a los antiguos métodos, Herrera es congruente con el estilo que lo ha caracterizado desde que se postulara a la dirección de la Facultad de Ingeniería de la UAQ, en donde, de manera muy discreta y con un perfil muy bajo, ganó las elecciones y, seis años después, la Facultad albergaba más del cincuenta por ciento de los académicos adscritos al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), un logro que ningún director de las facultades de la UAQ había tenido.

Después, en 2011, al competir para ser rector de la UAQ, con casi todos los momios en contra, formó equipo con profesores honestos y comprometidos con la educación superior y, durante su campaña, priorizó la atención del estudiantado, erradicar las prebendas de los funcionarios universitarios, acabar con prácticas viciadas para que alumnos y profesores votaran por tal o cual candidato y penalizar la demagogia. En los seis años que duró su administración, colocó a la UAQ entre las universidades públicas de más prestigio en México y Latinoamérica.

Después, en 2018, cuando los medios locales señalaban que las senadurías serían para el PAN y el PRI, Herrera Ruiz, bajo la candidatura de Morena, se convirtió en senador de la República, habiendo realizado una campaña austera y sin haber pagado ningún espectacular.

Lejos de los reflectores mediáticos que, dicho sea de paso, no son gratis, Herrera Ruiz también suele acudir a los poemas de Machado para señalar “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, porque está seguro que nuestro país requiere de nuevas formas de hacer política e insiste en que la demagogia debe penalizarse.

Por eso, mientras otros recurren al viejo método del acarreo, las promesas y las cargadas, Gilberto Herrera Ruiz, promociona su imagen con lo que más y mejor sabe hacer, trabajar. Es por eso que generalmente aparece en las redes sociodigitales entregando los apoyos de los programas sociales en los lugares más apartados y pobres de Querétaro, de manera directa, sin ostentosos protocolos, sin enlonados y sin hacer esperar a la gente durante horas.

Conclusiones

Desde mi perspectiva, aunque en algún momento, Mauricio Kuri González, parecía ser la carta fuerte del PAN a la candidatura de la gubernatura, los escándalos de corrupción lo tienen empantanado y será muy complicado que salga limpio por lo que tal vez el blanquiazul busque relevarlo, tal vez con alguna mujer de candidata porque parecen ser que son las únicas del partido alejadas del mal que corroe a nuestro país.

En cuanto a los integrantes de Morena, Santiago Nieto Castillo, Gilberto Herrera Ruiz y Juan José Jiménez Yáñez, es muy probable que cualquiera de los dos primeros se convierta en el nuevo ocupante de la Casa de la Corregidora.

De los posibles candidatos del PRI mejor ni hablar, a este partido no le veo ninguna posibilidad, debido a que sus integrantes se disputan con fiereza los despojos de lo que fuera la sucursal de la Dictadura Perfecta en Querétaro.