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¿Si no es ahora, cuándo? Si es que queremos un país con mañana.

A casi tres décadas de la privatización de los fondos de pensiones, posible revertirla.

Por: Andrés Peñaloza Méndez

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), convocó a la base magisterial y a las personas trabajadoras derechohabientes del ISSSTE a un Paro Nacional para 15 de mayo del 2025.

Las demandas son la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y sustituirla con una nueva que elimine las cuentas individuales junto con las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores); así como, desvincular las pensiones de las UMA (Unidad de Medida de Actualización) para referenciarlas al salario mínimo y evitar su deterioro. Acabar de derogar la reforma educativa Peña-AMLO.

El carácter histórico del Paro Nacional, es allanar las condiciones para desmantelar uno de los pilares del neoliberalismo y de la hegemonía del capital financiero, basado en la privatización del manejo de los fondos de pensiones, no sólo de los empleados públicos sino de las personas trabajadoras cotizantes al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y, en otras modalidades.

Desde 1997 el capital financiero, amplio su radio de operación y de lucro, consecuencia de la apertura financiera pactada en el Tratado de libre Comercio de América del Norte (TLCAN, ahora T-MEC), al otorgársele la administración de los recursos del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), equivalentes a una quinta parte del Producto Interno Bruto (PIB).

Vuelve el no hay, no hay…

La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que no hay recursos para atender las demandas de la CNTE. Empero, ahí están a la vista: 7 billones 194 mil millones de pesos, administrados por diez Afores.[1]

Es decir, el ahorro de las personas trabajadoras (21.3% del PIB) acumula un monto muy superior a todo el “Portafolio para la Prosperidad Compartida” estimada en 298 mil millones de dólares para todo el sexenio (aproximadamente 16% del PIB) por parte de inversionistas nacionales (60%) y extranjeros (40%).[2]

Mientras el “Portafolio” de inversiones privadas son estimaciones, los recursos en el SAR son reales y listos para emplearse en inversiones orientadas en la gente. Por ejemplo, Nestlé anunció la inversión de 1,000 millones en México; con los fondos pensionarios de las personas trabajadoras se podría invertir el doble (alrededor de 40 mil millones de pesos) para apoyar a los 500 mil caficultores existentes en el país, en su gran mayoría viviendo en zonas indígenas y marginadas, para desarrollar proyectos de innovación y tecnología para combatir plagas, efectos del cambio climático, bajos precios, atraso tecnológico, almacenamiento, procesamiento y comercialización.

Con este tipo de proyectos y muchísimos otros (entre ellos en el sector energético, vivienda, telecomunicaciones y transportes, acero, etc.), la economía mexicana podría triplicar el mediocre crecimiento, inferior al 1%, registrado en la pasada administración, siempre y cuando se hagan las inversiones en áreas estratégicas para detonar empleos decentes, bien remunerados y con una orientación productiva y de sustentabilidad.

Parches y curitas

Los rendimientos acumulados en casi tres décadas del SAR, ascienden a 3 billones 673 mil millones de pesos, monto equivalente a 51% de los activos netos administrados por las Afores, insuficientes para garantizar pensiones dignas.

Durante el gobierno del presidente López Obrador, se llevaron a cabo modificaciones, a manera de parches, para paliar el fracaso de la privatización pensionaria; una de ellas fue la reforma del 2020 para presentar al SAR, como un esquema de ahorro para la vejez consolidado.

En 2024 se crea el Fondo de Pensiones para el Bienestar – con recursos públicos y con los ahorros de los trabajadores no reclamados- componente solidario para complementar las pensiones del SAR y garantizar que las personas trabajadoras con ingresos equivalentes al salario promedio del IMSS puedan jubilarse con el 100% de su salario; el propósito oficial, subsanar los periodos de no cotización y las bajas aportaciones de las personas que llevaban más de 20 años en el SAR (previos a la reforma de 2020), asociado a la inestabilidad en el empleo y los magros salarios, hecho que provocó que miles de personas percibieran pagos de entre 3,000 y 4,000 pesos mensuales.

Para el caso de las maestras y maestros de jornada completa se ofrece pensiones con aproximadamente 16,000 pesos mensuales y el congelamiento de la edad mínima de jubilación en 58 años para varones y 56 años para mujeres (aplicable para quienes continúan en el régimen solidario establecido en el artículo décimo transitorio).

Este fondo, en realidad, encubre un subsidio a la patronal, al no incrementar su aportación.

Para disimular el carácter comercial-financiero en la administración privada de los fondos pensionarios se le integra formalmente al “sistema integral de bienestar para el adulto mayor”, conformado por: La Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, un derecho constitucional para las personas de 65 años y más; y, el Fondo de Pensiones para el Bienestar.

Adicionalmente, con el aval de la Suprema Corte de Justicia, se vinculó el ajuste a los montos de las pensiones a la UMA en lugar de los salarios mínimos, provocando una vertiginosa merma del poder adquisitivo de las y los pensionistas con pagos muy por debajo del salario mínimo.

Comisiones blindadas

Las elevadas comisiones de las Afores, cuyo acumulado asciende a 560 mil millones de pesos por ese concepto; no se afectan aun cuando los rendimientos sean negativos. Ocurrió, en 2008 y 2018, pero especialmente en 2022, cuando se reportó una contracción en los rendimientos de las personas trabajadoras por 215 mil millones de pesos.

Inversiones inadecuadas y centradas en los mercados de deuda (47% está en deuda pública interna del gobierno federal, bonos y Cetes) y bursátiles (15% en valores extranjeros y 38% para financiar a empresas privadas nacionales) que han repercutido en rendimientos muy por debajo del potencial de rentabilidad ofrecido en proyectos prioritarios y seguros para el desarrollo nacional.

Desde luego, estos rendimientos se pueden duplicar o triplicar con inversiones estratégicas y sin el cobro de comisiones. Para ello es necesario sean administrados con plena transparencia, disciplina y austeridad por un organismo público con participación de las y los trabajadores, diseñado para desarrollar un sistema público, solidario, colectivo, nacional e intergeneracional, con una cobertura amplia que abarque a la clase trabajadora excluida de la seguridad social.[3]

Mejores salarios, empleos decentes y la canalización de los fondos de pensiones en inversiones públicas seguras, productivas, de alta rentabilidad económica-social y ambientalmente sustentables, son la mejor garantía de la sostenibilidad actuarial de los fondos.

Intensificar los preparativos para el Paro Nacional

Ante la estrategia del poder para descarrilar el Paro Nacional, es imprescindible acometer diversas acciones y lograr la fuerza necesaria para alcanzar las demandas expuestas, pero también para construir eventualmente un sistema pensionario de único y de amplia cobertura para toda la población.

Intensificar la comunicación y diálogo en las bases de las organizaciones involucradas y desarrollar una intensa campaña de difusión masiva para dar a conocer las demandas centrales y amplificar el llamado a sumarse a la jornada a otros segmentos de empleados públicos y de la población trabajadora, es crucial para revertir la privatización pensionaria.

Las manifestaciones del 26 de abril reclamando justicia para los 43 estudiantes, desaparecidos de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa y la marcha unitaria del 1 de mayo en la ciudad de México y en prácticamente todas las capitales del país, servirán para hacer resonar la ignominia a la que están condenados los adultos mayores con pensiones miserables o carentes de ellas.

Neutralizar el nado sincronizado de los propagandistas del régimen y los voceros empresariales para estigmatizar, subestimar, descalificar y demonizar al magisterio democrático, constituye un desafío ideológico y político para las solidaridades clasistas y de la organización obrera y social independiente.


[1] Consar, cierre de marzo de 2025.

[2] Mañanera, del jueves 24 de abril de 2025.

[3] Las Afores alcanzaron 68 millones 682 mil cuentas (marzo, 2025). En lo inmediato, los recursos administrados por el Pensionissste y otras cuentas, depositadas en Banco de México, en espera del proceso anual de asignación, podrían servir para arrancar inversiones públicas de alta rentabilidad económica, social y ambiental.

SIC mx

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