Fray Benito Con Carácter de Eterno. Holguín Cuba.
Reseña: Liliana Vázquez Roa.
Buenas tardes, agradecer en primera instancia al escritor del libro Francisco Zúñiga Esquivel, captar la bella crónica del Padre José Manuel Guerrero Noyola en su misión en Fray Benito en Holguín, Cuba; y mi alegría por conocerle en persona, agradecer a todas, todos y todes presentes hoy aquí en esta tertulia literaria, decía Sor Juana “óyeme con los ojos” al escuchar las historias del Padre José Manuel en Fray Benito, lo que vivió en su misión de vida con su manera mística de mirar la realidad.
El libro de Fray Benito convoca a mirar nuestras historias y la mirada que les hemos dado, también a saborear estos recuerdos desde el encuentro con la comunidad donde a cada uno nos ha tocado estar en esta América Latina tan golpeada y saqueada desde las colonizaciones antes de Europa, hoy de Estados Unidos.
Compartiré con ustedes lo que despierta desde mi mirar como teóloga esta crónica del P. José Manuel Guerrero Noyola. Leer sobre Cuba irremediablemente nos conecta con el Che Guevara; tuve la oportunidad de conocer al poeta boliviano Coco Manto y escuchar las historias del Che en Bolivia, una de ellas es que uno de sus ejecutores, murió en una gran agonía de cáncer en el hospital de unas monjitas, quienes dolidas por la muerte del Che, optaron por darle a este milico como decimos coloquialmente “una cucharada de su propio chocolate”: no le daban los medicamentos para el dolor llevándole a vivir su enfermedad de una manera cruda, decían: “por haber matado al Che”, finalmente este militar no sabemos cómo sería juzgado por la justicia divina, pero la justicia humana decidió este castigo por su acto contra un inmemorable líder latinoamericano.
Es muy bello cómo la historia de vida en Fray Benito nos adentra en la conciencia de nuestros pueblos latinoamericanos. Y cómo al padre Guerrero Noyola le toca optar por su trabajo con el pobre; si bien decimos que la iglesia es una “santa y católica”, yo diría que la iglesia es diversa, y dentro de esta diversidad existe la iglesia institución y la iglesia pueblo; me pregunto cómo tuvo la habilidad para formar parte de ambas, buscar ser un sacerdote para el pueblo o quizá quede mejor no la conjunción “para” sino el artículo “del”: José Manuel Guerrero Noyola, un sacerdote del pueblo, como pocos.
En este sentido me hace pensar en todos los sacerdotes y sacerdotisas (dicho sea de paso, éstas por hoy aún no son reconocidas por la iglesia católica) que han participado con los pueblos de América en su liberación desde las invasiones de Europa hasta nuestros días. Un reciente caso es el asesinato del P. Marcelo Pérez defensor de los Derechos Humanos en la Diócesis de SCLC, Chiapas; quisiera pedir un minuto de silencio por él, por el Padre Dominico del Perú Gustavo Gutiérrez pionero de la teología de la liberación, que trascendió también el pasado 22 de octubre y por la conmemoración del 100 aniversario del nacimiento de Tatic Samuel Ruiz impulsor de la Teología Indígena nacido el 3 de noviembre y que pasó sus últimos años aquí en Querétaro; si gustan nos ponemos de pie en honor a ellos y a todos los mártires latinoamericanos. Regalemos 1 min. en homenaje a su legado… Gracias.
El Padre José Manuel Guerrero Noyola tuvo también el regalo de conocer de cerca a Fidel Castro, hombre admirable y también criticable. Leer en esta crónica su encuentro con Fidel y mencionar cómo escapó de tantos intentos de matarlo, me lleva a recordar las anécdotas que narra Paco Ignacio Taibo II en su libro del Che. Uno de estos primeros intentos fue durante la Revolución cubana, narra Taibo II cómo fue capturado en una ocasión donde Fidel empieza a regañar a los soldados de Batista diciéndoles que obstaculizaban la misión para capturar a los guerrilleros, en la que ellos se habían disfrazado, y les ordenaba que no entorpecieran su misión, éstos bajaron las armas inmediatamente, lo que permitió a Fidel y a sus compañeros hacer una contra captura y salir vivos; siempre la libró, tenía una gran inteligencia; recordarán el famoso “comes y te vas” de Fox obedeciendo a los gringos que no querían sentarse con Fidel en la Cumbre de las Américas que tuvimos en México y todos nos enteramos de la gran evidencia de nuestros políticos obedeciendo las caprichosas leyes del imperio “greengo”.
Fray Benito y todes nosotres formamos parte de esa historia y agradezco este libro que nos permite conectarnos con ella. La forma en que el Padre Guerrero Noyola mira y nos describe la situación de México y de Cuba y de cómo estar con el pueblo, fue transformando su misión y acrecentando su vocación. Concuerdo con él: la evangelización también está en la música, en el arte, en la convivencia y en acompañar en la vida cotidiana al pueblo. Qué bueno que los españoles construyeron atrios en las iglesias de América, aunque su intención fue para que los indígenas no entraran al templo y escucharan misa en latín desde el atrio, este espacio generó la convivencia en comunidad con el movimiento del cuerpo en las fiestas, con la alegría de encontrarse: encontrar al otro es una manera muy bella de encontrar a Dios. Coincido con el Padre José Manuel cuando dice que la feligresía es el patrimonio mas importante de la Iglesia, y agrego que el matrimonio más importante de la iglesia es con Dios, no con los poderes como gran parte de la Iglesia Institución lo hace.
Querétaro y Cuba se parecen, Querétaro fue la cuna de la Independencia enarbolada por Josefa Ortiz de Domínguez con los curas Hidalgo y Morelos entre otros conspiradores. Y Cuba ha sido gran ejemplo de independencia; en esta crónica Cuba recibe a sacerdotes que acompañaron esta Mística de la Resistencia: llevar a un saber crítico y a un caminar con la comunidad como lo hizo el padre José Manuel Guerrero Noyola, que su trabajo en Cuba se convirtió en una resistencia a los polos del neoliberalismo yanqui y de ese socialismo que al sentirse amenazado se sobre cuida llegando a la exclusión y a la censura, ambos con diversos bloqueos para sostener sus sistemas. Me parece que a los cristianos y a las cristianas comprometidas nos pasan 2 cosas: causamos incomodidad en la iglesia cupular y generamos ruido en la izquierda vacunada de un puritanismo ateo. Sin embargo, todos tenemos algo en común no solamente nuestros altares a Marx y a Lenin o a Jesús y a la Virgen de Schöenstat o a un Orisha; nos une la Fe y nuestras acciones para que este mundo sea mejor de como lo encontramos. Desde nuestra acción, la Fe y la Política van de la mano con una mística de acompañar y mandar obedeciendo.
Se dice que una parte de la sociedad queretana es confesional y Cuba en esa época era también confesionalmente atea. Unos años después, Fidel tuvo una entrevista con Frey Betto, un sacerdote brasileño de la Teología de la Liberación y en su libro: “Un Encuentro con Fidel” narra esta reflexión donde le decía que tanto hablar del ateísmo como mandatario, les convertía también en confesionales. ¿Qué diferencia habría en ser confesionales ateos o cristianos si ambas llevan al moralismo y por lo tanto a la exclusión? Desde entonces Fidel le bajó “tres rayitas” -como decimos coloquialmente- para criticar a la religión. Aunque Marx decía que la religión era el opio de los pueblos, nunca estuvo el alemán correctamente traducido. Ya que religión implica re-ligar, es decir: re-conectar con la espiritualidad; entendida ésta como la manera de trascender, no importa si es desde la religión yoruba o católica o atea. Y tanto ateos como católicos o como cada uno desee identificarse, es importante trascender; en el caso del Padre Guerrero Noyola en Fray Benito fue a partir de inculturarse y aportar en la vida de los pobladores desde la pastoral campesina, la pastoral juvenil, desde el con-versar que lleva a con-vertir y a vivir en una com-unidad.
Este libro: Fray Benito con Carácter de Eterno, narra el acompañamiento al pueblo cubano en su Resistencia ante el bloqueo económico de Estados Unidos durante la crisis soviética que dejó de apoyar a Cuba. Quizá hoy sigue sin haber mucha diferencia, y nos dejan ustedes: Francisco Zúñiga y Padre José Manuel Guerrero Noyola, la inspiración para seguir caminando en comunidad para el Bien-Vivir en la paz, en la justicia, en la libertad y en la dignidad, como una manera que desde el aquí y el ahora es donde se vive el Reino de Dios.
Gracias. Les invito a leer el libro que como dice Arnoldo Kraus: “el recuerdo es el mapa y la geografía de la vida de las personas en sus grandes espacios y en sus intrincados rincones… convierten el misterio en realidad… se regresa para mirar con otras lupas. Se recuerda para trascender, no solo la existencia propia, sino la de los otros”; para cada uno y una de ustedes tenemos la inspiración a repensar nuestras historias que nos permiten aprender para decidir cómo queremos seguir caminando.
Dedico estas palabras para mi amiga Tita de Holguín que la conocí en 1991 en el 1er. Congreso Latinoamericano de Jóvenes, cuyo lema fue: Jóvenes con Cristo construyamos una nueva América Latina.
Muchas gracias.
Liliana Vázquez Roa. Movimiento de Cristianas y Cristianos Comprometidos. Poder Legislativo de Querétaro, 5 de noviembre de 2024