Sistema nacional de cuidados. Soporte de la igualdad de género y premisa para futuras transformaciones estructurales
Por: Andrés Peñaloza Méndez.
En junio de 2024, la población mexicana de 15 y más años, alcanzó 101 millones 172 mil 040 de personas. Un crecimiento, para el periodo junio de 2023/2024, de millón 121 mil 257 personas.
A partir de ese rango de edad se clasifica a dicho segmento de población, en económicamente activa (PEA) y no económicamente activa (PNEA)[1]. Ascienden a 60 millones 953 mil y 40 millones 218 mil personas; 60.2% y 39.8%, respectivamente.
Cabe recordar que el 72% de la PNEA, son mujeres; retenidas en labores del hogar y de cuidados, inequitativamente repartidas al interior de los hogares, restringiendo su inclusión al mercado laboral y su desarrollo en otros campos.
Son 3 millones 351 mil 576 las mujeres las que dentro de la PNEA femenil (28 millones 948 mil 670), están dispuestas, de haber oportunidad, a emplearse (ver cuadro 1).
Cuadro 1: Población de 15 y más años, PEA y PNEA (junio de 2024)
Distribución del tiempo, ahonda la desigualdad de género
«Publicó ese primer libro a los 41 años, una edad que hoy quizás nos parece tardía, pero era común en su época que las escritoras madres -que se llevaban la peor parte de las labores domésticas y de cuidados- empezaran a publicar cuando sus hijos (y sus maridos) ya no requerían tanta atención»
Jazmina Barrera, en La reina de espadas.
La distribución porcentual del tiempo total de trabajo vinculado al mercado laboral fue de 31 y 69% para mujeres y hombres, respectivamente. Para el caso de las labores no remuneradas de los hogares y para la producción de bienes para uso exclusivo en los mismos, la relación se invierte: 69 y 31%.
Las mujeres destinan 39.7 horas promedio de horas a la semana al trabajo no remunerado de los hogares, más del doble que los hombres (15.2 horas).
Tetas, chupón y pañales
Para el cuidado de niños de 0 a 5 años, las mujeres consagran 14.6 horas promedio a la semana, sin poder hacer otra actividad. En el caso del cuidado pasivo (captada con la pregunta: “mientras hacía otra cosa, ¿los cuidó o estuvo al pendiente?”) de integrantes del hogar de 0 a 14 años, dedican en promedio 24.1 horas a la semana. En ambos casos, se duplica en mucho el tiempo asumido por los hombres.[1]
Para Ana Güezmes García, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina, universalizar el cuidado infantil en México, implicaría una inversión promedio cercana al 1% del producto interno bruto (PIB), con un retorno significativo, tan sólo en empleo para mujeres representaría un aumento de 4.2%.[2]
Expandir la infraestructura de cuidados
Sin duda, la creación de la infraestructura necesaria para un sistema nacional de cuidados liberará tiempos para que las mujeres se sumen al mundo laboral remunerado, contribuyendo al ingreso del hogar y haciendo posible la reducción de la jornada de trabajo a 40 horas y; al término del sexenio 2024-2030, a una de 32 horas semanales con pago de 56; factible con mucho, dado el desarrollo actual de las fuerzas productivas.
En la actualidad 15 millones 267 mil 977 personas laboran más de las 48 horas legales, 28.2% son mujeres.
En el rango aceptable de la normatividad vigente, de 35 a 48 horas, hay 10 millones 573 mil mujeres trabajando, el 39.9% (5 millones 5 millones 501 mil, menos que los hombres).
En cambio, en jornadas menores a 15 horas, las mujeres significan el 64.9%; en gran medida debido a la necesidad de emplearse de esa manera, donde las condiciones suelen ser pésimas igual que las remuneraciones, debido a la sobrecarga en tareas hogareñas y de cuidados (ver cuadro 2).
Cuadro 2: Población ocupada por duración de la jornada laboral de trabajo (junio de 2024)
En el texto Una gran iniciativa[4], recuerda Vladimir Ilich Lenin que las «premisas materiales del socialismo» son creadas en el seno del «gran capitalismo».
Al referirse a «Los comedores públicos, las casas-cuna y los jardines de la infancia» y otras tantas instituciones, necesarias para emancipar a la mujer, «capaces de aminorar y suprimir su desigualdad respecto al hombre por su papel en la producción y en la vida social», revela la apremiante tarea de expandir la infraestructura y cambiar el carácter burgués de estas instituciones, generalizando lo que hoy son meras acciones aisladas, y transmutando su actual fisonomía mercantil manifestación de los «peores aspectos de la especulación, del lucro, de la trapacería y del engaño, o bien ejercicios acrobáticos de beneficencia burguesa», con una orientación liberadora, asentaba el líder bolchevique.
La creación de un sistema nacional, público y gratuito de cuidados debe ser una demanda central del proletariado, soporte de los cambios normativos a favor de la igualdad de género y premisa para futuras transformaciones estructurales.[5]
[1] Población que durante la semana de referencia se dedicó al hogar, estudió, estaba jubilada o pensionada, tiene impedimentos personales o llevó a cabo otras actividades.
[2] Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2019, INEGI-INMUJERES. Liga: https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enut/2019/doc/enut_2019_presentacion_resultados.pdf
[3] Entrevista de Laura Poy y Carolina Gómez, 31 de agosto de 2024. Liga: https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/08/31/sociedad/cepal-urge-un-sistema-integral-de-cuidados-que-reste-carga-a-las-mujeres-2532
[4] Una gran iniciativa de Vladimir Ilich Lenin, se publicó en julio de 1919. T. 39 Obras Completas, págs. l3-l8,2l-26
[5] Lenin: «La mujer continúa siendo esclava del hogar, pese a todas las leyes liberadoras, porque está agobiada, oprimida, embrutecida, humillada por los pequeños quehaceres domésticos, que le convierten en cocinera y niñera, que malgastan su actividad en trabajo absurdamente improductivo, mezquino, enervante, embrutecedor y fastidioso. La verdadera emancipación de la mujer y el verdadero comunismo no comenzarán en el país sino en el momento en que empiece la lucha en masa, cuando empiece su transformación en masa en una gran economía socialista» (Una gran iniciativa)