IMPUNIDAD EN CADEREYTA.
Por: Agustín Escobar Ledesma
Matías apenas iba a cumplir dos años de edad cuando perdió la vida a raíz de un accidente automovilístico, ocurrido el domingo 17 de marzo, en tanto que sus padres, Héctor Reséndiz Chávez y Adelaida Hernández, quedaron gravemente heridos por lo que fueron internados en el Hospital General de Cadereyta de Montes.
El percance fue reportado en el portal de noticias de internet del semanario local Acontecer el lunes 18 de marzo: “Un fuerte accidente automovilístico se registró sobre la carretera a Santa Bárbara, Cadereyta de Montes. Una de las personas que resultó lesionada, tras quedar atrapada en una de las unidades, fue liberada por bomberos del municipio en coordinación con vulcanos de Ezequiel Montes. Luego, personal de la Cruz Roja local la trasladó al Hospital General para su atención médica”.
Aquel día los integrantes de la familia Reséndiz Hernández, se dirigían en su automóvil por la carretera Cadereyta-Santa Bárbara, a su domicilio en El Rincón, a bordo de un auto compacto, Volkswagen Derby rojo, de 59 caballos de fuerza, conducido por Héctor, quien es pintor de brocha gorda y albañil, oficios con los que se gana la vida.
A pesar de la gravedad del accidente, la policía municipal no detuvo a la persona que conducíaporque, al parecer, se trataba de una de las hijas de Miguel Martínez Peñaloza, presidente municipal de Cadereyta de Montes, quien busca la reelección al frente de este municipio.
Héctor, de oficio pintor y albañil, conducía por la carretera que va de la cabecera municipal de Cadereyta a Santa Bárbara, con destino a su casa situada en El Rincón, cuando, al pasar por el hotel “Viña del cielo”, propiedad de Miguel Martínez Peñaloza, su automóvil fue impactado por la camioneta Yukon, placas ULJ-329-F, para el estado de Querétaro.
Y es que la familia Reséndiz Hernández tuvo la desgracia de accidentarse con el poder, puesto que la lujosa camioneta que los impactó, la Yukon color azul, de la General Motors Company, modelo 2022, es de 420 caballos de fuerza y tiene un costo en el mercado de más de dos millones de pesos.
De acuerdo a la versión de los vecinos de la comunidad de El Rincón, quien conducía la camioneta aquel domingo iba en estado de ebriedad y, a pesar de la gravedad del suceso, no la detuvieron y, al igual que sus acompañantes, simplemente se retiró de la escena del crimen, ante la mirada de la policía que custodiaba el lugar.
El accidente de aquel domingo 17 de marzo, no sólo consternó e indignó a los familiares de las víctimas, sino a los habitantes de Cadereyta de Montes quienes, en las redes sociodigitales han mostrado su malestar y enojo ante la evidente impunidad, dado que el día del suceso no hubo detenidos y, hasta el momento, las autoridades siguen ocultando la identidad de quien conducía la lujosa camioneta Yukon.
A pesar de la gravedad en la que se encuentran los integrantes de la familia Reséndiz Hernández, ninguna autoridad se ha acercado a ellos para auxiliarlos con los gastos médicos generado por su internamiento en el Hospital General de Cadereyta.
Con su trabajo de pintor y albañil, Héctor Reséndiz Chávez, vivía al día y ahora, incapacitado para laborar, no cuenta con los recursos necesarios para la manutención de su familia.
Ante esta situación, sus familiares han recurrido a la ayuda de los vecinos quienes les han auxiliado con cinco, con diez pesos. Sin embargo, no ha sido suficiente, por lo que también postearon en Facebook un mensaje solicitando ayuda a un número de cuenta bancario a nombre de María del Carmen Reséndiz.
Otros de sus vecinos de El Rincón también les han echado la mano organizando kermeses, colectas y algunas actividades artísticas con el fin de recaudar fondos para ayudar a la familia Reséndiz Hernández quienes llevan varias operaciones y, por si fuera poco, sufren la pérdida de su hijo Matías, quien apenas iba a cumplir dos años de edad.
Dos días después del fatal accidente, Miguel Martìnez Peñaloza, presidente municipal de Cadereyta con licencia, que busca la reelección del municipio de Cadereyta, posteó un video en las redes sociodigitales en las que niega que alguien de su familia esté involucrado en el accidente:
“Lamento mucho lo que pasó y ofrezco mi ayuda a los afectados. También aclaro, que se están haciendo acusaciones sin fundamento: es falso que mis hijas o algún familiar estén involucrados en dicho accidente. Seguro estoy que las autoridades competentes, están haciendo du trabajo y que la Fiscalía ya está investigando los hechos y fincará responsabilidades. En Querétaro, nadie está por encima de la ley».
Sin embargo, el caso ocurrido a la familia Reséndiz Hernández, es similar al sucedido el 27 de noviembre de 2004, cuando el jovencito, Marco Antonio Hernández Galván, fue asesinado de un disparo, presuntamente a manos de Federico Ruiz Lomelí, hijo de una de las familias más poderosas de Querétaro.
Aquel crimen, conocido como el caso de la BMW negra, por las características del vehículo que conducía el presunto responsable, después de veinte años quedó impune, enterrado y silenciado.
SIC mx
