ÁRBOL DE LA MEMORIA
¿Dónde están nuestros desaparecidos? Se pregunta la maestra Edith Pérez Rodríguez con micrófono en mano, mientras prosigue: En nuestras casas están las cosas que dejaron el día que los desaparecieron; está su ropa, sus zapatos, su cama, sus fotografías, la silla en la que les gustaba sentarse.
El dolor por la ausencia y también la esperanza por encontrarlos, congregó a dos decenas de familiares de migrantes queretanos y potosinos desaparecidos desde hace once años. La cita fue a las diez de la mañana el 21 de marzo, inicio formal de la primavera de este 2021, en la hermosa y pequeña comunidad de El Lobo, municipio de Landa de Matamoros que limita con el estado de San Luis Potosí.
Fue una significativa actividad que los organizadores denominaron “Homenaje a la vida”, en memoria de quienes desaparecieron el 17 de marzo y el 5 de abril de 2010, en sendos autobuses, el primero en Tamaulipas con 35 personas era un autobús marca Jaguar, modelo 1994, placas 177-RK5, de la empresa Turismo Pirasol, ubicada en Ciudad Valles, San Luis Potosí.
El autobús desaparecido el 5 de abril, era marca Dina, número de serie 36-53-T89-30-560, modelo 1993 con placas 237-RM2, desaparecido con 45 personas a bordo mientras circulaba por Salinas Hidalgo, San Luis Potosí.
Quién sabe de dónde saca fuerzas la maestra Edith Pérez Rodríguez, del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros, quien en 2012 sufrió la desaparición de sus dos hijos, su hermano y dos sobrinos que regresaban de Houston a Tamuín, en la huasteca potosina.
Las y los integrantes de Voz y Dignidad por los Nuestros promovió y organizó el encuentro, el primero en Querétaro, que se realizó en el jardín de este lugar flanqueado por montañas y neblina. Edith con micrófono en mano y con la atención de los familiares de los desaparecidos que portan fotografías de sus seres queridos, señala la inoperancia e ineficacia de las autoridades para buscar a los desaparecidos. Menciona que a todos les han tomado muestras de sangre para el ADN una y otra vez y que, a pesar de los errores gubernamentales, están dispuestas a dar toda su sangre con tal de encontrar a los ausentes.
Las y los presentes realizan un recorrido alrededor del jardín de El Lobo y eligen un pequeño árbol para colgar de sus brazos las fotografías de los desaparecidos con moños de colores; el viento sopla sobre las imágenes y las hace girar como rehiletes, ante el semblante de dolor, impotencia y lágrimas de quienes los dejan en el árbol de la memoria, para que permanezcan como muestra palpable de las actividades delictivas de los carteles del narcotráfico en colusión con las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Las consignas escritas se hacen presentes, una de ellas “Te buscaré hasta encontrarte” es la más recurrente; todas y todos los presentes van enfundados con playeras blancas que llevan las fotografías impresas de sus seres queridos. En las jardineras también fueron plantadas las imágenes de los desaparecidos y otras colocadas en las bancas del jardín. Unos cuantos lugareños se asoman y permanecen ante la expectativa de la manifestación de amor, dolor y esperanza.
La maestra Edith lee en voz alta los nombres de cada uno de los desaparecidos el 17 de marzo y el 5 de abril de 2010 y la gente congregada grita “¡Presente con vida!”. Es la primera vez que un acto de estas características se realiza en Querétaro, a once años del lamentable suceso que conmocionó a los queretanos.
Agustín Escobar Ledesma
SIC mx