Convocan a un frente común de resistencia en Querétaro

Por: Staff SICMX

Con un llamado a la unión y reivindicación de la lucha de resistencia en Querétaro, activistas, grupos y colectivos de Querétaro se pronunciaron hoy 2 de octubre a propósito de la conmemoración del Movimiento Estudiantil de 1968.

A través de una rueda de Prensa, frente a Palacio de Gobierno del Estado de Querétaro, activistas queretanos, entre los que se encontraban la Presidenta de la Asociación Desarrollo Comunitario para la Transformación Social, Alicia Colchado Ariza, el representante del grupo de maestros disidentes, Gerónimo Sánchez Saenz, la activista Lili de Alba, así como grupos representantes de las comunidades de Santiago Mexquititlán y San Ildelfonso Tultepec expresaron su descontento por la falta de escucha característica del gobierno panista encabezado por Francisco Domínguez Servién.

Entre los hechos que demandaron los activistas señalaron:  

• Las detenciones violentas que han sufrido opositores a obras públicas estatales como los Ejes Estructurantes de QROBÚS o el Puente de la Historia en San Juan del Río.
• La imposición del cobro obligatorio de derecho de piso a artesanos para colocar sus productos a la venta.
• El despojo de recursos naturales y su entrega para explotación a constructoras e inmobiliarias.
• La gentrificación del Centro Histórico de Querétaro provocando un desplazamiento de las comunidades menos privilegiadas para su conversión en grandes negocios como hoteles, plazas, bares o condominios.
• El despojo y apropiación de las artesanías, la cultura y tradiciones de los pueblos originarios Ñhañhu para su mercantilización.

Con un llamado al esfuerzo unitario de resistencia en Querétaro, el grupo denominado “Movimientos y colectivos por la unidad del movimiento social en Querétaro” rememoraron el  51 aniversario del movimiento de 1968 y visualizaron el surgimiento de un gran grupo opositor en Querétaro surgido a partir de la falta de escucha de las necesidades del pueblo, actitudes represivas y autoritarias por parte del Gobierno Estatal, así como la entrega total del Estado a una lógica neoliberal del negocio sobre el respeto a la vida y a la naturaleza.