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La manipulación mediática, un problema que se agrava con las redes sociales

Por: Avse Fernando Flores

Entre analistas, sociólogos y estudiosos de la política, ha sido tema recurrente el papel que juegan los medios de comunicación clásicos (diarios, televisión, radio, cine, etc.) y en los últimos 20 años el de las llamadas redes sociales e internet, esto en relación con las decisiones políticas y económicas que afectan a las naciones de manera positiva o negativa.

La propaganda ha existido desde tiempos inmemoriales como una actividad recurrente para quienes aspiran el poder, hacer la guerra o incluso para quienes desean implantar una doctrina religiosa.  Al inventarse y perfeccionarse la tecnología del cine, la radio y la televisión, se lograron en tiempo récord una mayor difusión de ideas y mensajes dirigidos a un número cada vez mayor de personas. Con el surgimiento y fortalecimiento de movimientos fascistas como el de Mussolini y Hitler en la primera mitad del siglo XX, se ejercitó no sólo la propaganda explícita, sino se comenzaron a difundir ideas embestidas y ocultas de manera inconsciente en dichos medios. Los diarios y desplegados fueron importantes, pero no tuvieron ya el alcance que dichas tecnologías lograron en estas décadas, incluso, después de la “derrota” del fascismo, los grandes triunfadores, llámese URSS o EUA, continuaron utilizando los métodos del fascismo para fortalecer o demeritar las visiones de mundo existentes a la par de una velada carrera armamentista, la propaganda no cesó, basta ver cuántos millones de personas siguieron en vivo la llegada de los astronautas norteamericanos a  la luna o la creación de miles de películas de cine donde la “American way of life” se imponía siempre al “oscuro comunismo” y viceversa, en la URSS se criticaba y despreciaba las sucias mañas de la sociedad capitalista, de ello aún venimos arrastrando filias y fobias.

En 1960 en el debate presidencial de EUA llevado entre Nixon vs. Kennedy, quienes lo siguieron escuchando la radio, opinaban que Nixon era el vencedor y quienes lo siguieron vía la televisión argumentaban que Kennedy era quien había triunfado. La pose, el maquillaje, el peinado, la sonrisa y el script, se volvieron fundamentales para todo político ya que sabemos quién fue el ganador en esa contienda electoral, y, por ende, la televisión y los grupos, dueños de estos medios, cobraron un poder mayúsculo en la política de todos los países del mundo e hicieron a la televisión la Reyna indiscutible de los medios masivos de comunicación.

A la llegada del internet y su difusión, distintos movimientos sociales cobraron auge, la posibilidad que el ciudadano obtuvo para “subir” información y obtener respuesta entre la población, hizo maravillas. En México tenemos el ejemplo del EZLN que, con sus desplegados, lograron llegar a millones de personas en todo el mundo ya que los medios masivos “clásicos” jamás les hubiesen permitido difundir su contenido, oportunidad que les ayudo a sacar adelante un movimiento que cumplió sus primeros 25 años. Entre casos mundiales, encontramos los de la llamada “Primavera Árabe” que lograron a través del internet la movilización ciudadana para derrocar regímenes en Egipto, Libia, Túnez, Yemen, Argelia etc. (obviamente con su respectiva ayuda de la CIA).

De manera reciente, el triunfo y ascenso al poder de la Izquierda en México encabezada por el Lic. Andrés Manuel López Obrador y el llamado Movimiento de Regeneración Nacional se debió mucho a la posibilidad que tuvo el pueblo mexicano de combatir la manipulación mediática clásica por medio de las redes sociales en un país donde los dueños de los medios masivos imponían presidentes como es el caso de Enrique Peña Nieto.

Lamentablemente no todo ha sido positivo, las redes sociales, el internet y su auge, hoy son  el principal canal de las llamadas “fake news”, casos como la empresa Cambridge Analytica en las elecciones recientes de EUA son el extremo negativo, manipular al electorado, implantarnos deseos y visiones a través del robo de datos en nuestros perfiles de Facebook y demás redes sociales, y que sean capaces de teledirigir los gustos, miedos y  filias a un país entero, hace del internet la herramienta más poderosa y lucrativa que la humanidad haya conocido hasta ahora. El tema se agrava cuando también se ha documentado el surgimiento de miles de pequeñas “empresas” dedicadas a la creación de “bots” o colocar trending topics para beneficiar a ciertos actores públicos u empresas, esto ante la facilidad de hacerlo y la casi nula regulación jurídica existente o que se pueda realizar desde cualquier parte del mundo.

Por ello, el ciudadano debe fortalecer y poner en práctica una cultura de la privacidad en internet, leer términos y condiciones, hacer un uso responsable de este medio, ejercitar el criterio y discernir entre el contenido que compartimos y recibimos, ya que somos víctimas pasivas de extrañas formulas y algoritmos que nos hacen llegar información depurada, información dirigida a orientar nuestros gustos por algún artículo, producto, música o política.

Y no es ciencia ficción, es la realidad de un mundo cada vez más tecnologizado donde pareciera que tomamos decisiones personales pero que en muchos casos son mensajes que nos han repetido una y otra vez a través de estos medios los que toman las decisiones en nuestra mente. El problema surge y se complica cuando estos mensajes no solo son dirigidos para obtener un producto, sino cuando a través de ellos nos implantan ideas de miedo, duda, rencor o simplemente nos quieran robar la esperanza por construir un mundo distinto. Ahí cabe la reflexión.

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